La aprobación de la Ley de Financiamiento en la Legislatura bonaerense —con el apoyo de más de dos tercios del cuerpo— abrió una nueva fase política en la relación entre la Provincia y la Casa Rosada. Tras las amplias repercusiones sobre la jornada legislativa, el mandatario bonaerense publicó un extenso mensaje en X en el que combinó la celebración del resultado, la justificación económica del pedido y una fuerte crítica al presidente Javier Milei, a quien responsabilizó por el contexto de “emergencia” que atraviesa Buenos Aires.
“Esta madrugada la Legislatura aprobó las herramientas indispensables para seguir funcionando en este contexto de emergencia”, escribió el mandatario, en alusión al proyecto de endeudamiento, último en tratarse y aprobarse del paquete enviado por el Ejecutivo provincial. Según detalló, el endeudamiento permitirá afrontar los próximos vencimientos sin comprometer partidas esenciales, especialmente las destinadas a salud, educación, seguridad y obras públicas.
La Legislatura bonaerense aprobó esta madrugada la Ley de Financiamiento con una mayoría de 2/3 de los legisladores. Quedan así convertidos en ley los tres proyectos enviados por el Ejecutivo, herramientas indispensables para seguir funcionando en este contexto de emergencia.…
— Axel Kicillof (@Kicillofok) December 4, 2025
La deuda heredada y la disputa discursiva
Kicillof insistió en que la mayor parte de los compromisos financieros que debe afrontar la Provincia fue generada durante la gestión de María Eugenia Vidal. “La Provincia podrá cumplir con los vencimientos de la deuda generada por el gobierno de Vidal”, afirmó, en una posición que intenta diferenciar su política fiscal de la de la gestión anterior y justificar la necesidad de la toma de crédito.
El señalamiento a Vidal no es un dato menor: en el debate legislativo, los sectores opositores que acompañaron el financiamiento habían intentado instalar una narrativa de control y límites al Ejecutivo, mientras los libertarios denunciaban un supuesto “festival de cargos”. Kicillof respondió reorientando el foco hacia el pasado reciente.
Choque directo con Milei
Uno de los pasajes más duros estuvo dirigido al Presidente. Kicillof sostuvo que la aprobación del endeudamiento se dio “contra la voluntad explícita de Milei”, a quien acusó de intentar que la Provincia “colapsara para sacar ventaja política”.
La frase profundiza una tensión que viene escalando desde el recorte de transferencias y la disputa por los fondos educativos. Para el gobernador, el gobierno nacional “apuesta al caos y al desorden”, y la situación provincial es producto directo del programa económico libertario. Enumeró: “Cierran empresas, se destruyen puestos de trabajo, cae la industria y se derrumba la construcción”. Según su análisis, ese deterioro constituye “la verdadera cara” del supuesto éxito fiscal que celebra la Nación.
Un mensaje hacia adentro y hacia adelante
La publicación también funcionó como gesto político hacia su propio espacio y hacia la oposición dialoguista que acompañó los proyectos. Kicillof agradeció implícitamente el respaldo y ubicó el resultado como un paso necesario para “proteger a la sociedad” en un escenario que describió como de agresión económica.
“Vamos a seguir actuando como escudo de una sociedad agredida”, afirmó, una definición que refuerza el rol de la Provincia como contención frente al ajuste nacional. Y concluyó con un mensaje de posicionamiento político: la construcción de “una alternativa a este modelo de exclusión y entrega”, frase que vuelve a proyectarlo como figura central del peronismo en la etapa pos-Massa.
La madrugada legislativa dejó un mapa claro: Kicillof ganó aire financiero, consolidó un mensaje confrontativo con Milei y se posicionó como referente opositor en la discusión económica nacional. Pero también quedó en evidencia que la “emergencia” que invoca el gobernador seguirá siendo terreno de disputa política en los próximos meses.