Galmarini desarmó la narrativa sobre la Legislatura: "acuerdos"

La renovación de autoridades en la Cámara de Diputados bonaerense volvió a exponer tensiones dentro del oficialismo provincial, pero también desnudó cómo cada actor interpreta y disputa el sentido político de esos acuerdos. En ese marco, el director del Banco Provincia y referente del Frente Renovador, Sebastián Galmarini, salió a desarmar la versión publicada por Clarín, que planteó una supuesta “alianza La Cámpora–Massa” que habría dejado relegado al sector que responde al gobernador Axel Kicillof.

En una respuesta extensa publicada en X, Galmarini cuestionó el enfoque de la nota, al que atribuyó “sesgo ideológico o posicional, o malintencionado”, y además trazó un análisis más amplio sobre la etapa política que atraviesa el oficialismo bonaerense y los desafíos que se abren rumbo a 2027.

Esta noticia, entre varias otras, busca reinterpretar la realidad con cierto sesgo ideológico o posicional. O mal intencionado. No lo sé. No es el único medio ni periodista.
El resultado de los muchos acuerdos institucionales es producto de la distribución de las listas… https://t.co/JcppBrEfcg

— Sebastian Galmarini (@SebasGalmarini) December 3, 2025

Acuerdos institucionales y composición real

El dirigente massista remarcó que la nueva arquitectura legislativa no responde a operaciones internas ni a desplazamientos recientes, sino a los acuerdos cerrados para la conformación de listas en Unión por la Patria en 2023 y en Fuerza Patria durante este año. Subrayó que la integración actual de los bloques es la expresión directa de esos compromisos: “El resultado de los muchos acuerdos institucionales es producto de la distribución de las listas legislativas… La composición de los bloques representa esos acuerdos”.

Frente a la interpretación que presentó al kicillofismo como sector “desplazado”, Galmarini fue terminante: “No hay ninguna víctima. Todos somos adultos, serios y responsables, y llegamos a esa representación electoral con los votos de los ciudadanos”. La afirmación buscó contrarrestar la lectura del artículo citado, que presentó la reelección de Alejandro Dichiara en la presidencia de la Cámara y la alternancia futura con Alexis Guerrera como un movimiento que habría marginado al Movimiento Derecho al Futuro. Para Galmarini, el enfoque mediático desconoce el origen real de la distribución de cargos y parte de “reinterpretaciones sesgadas” que no se ajustan a la lógica interna del espacio.

Galmarini también reflexionó sobre el funcionamiento del oficialismo en su conjunto. Admitió que la unidad entre los distintos sectores —massismo, kirchnerismo y kicillofistas— fue imprescindible para sostener el proceso político reciente, pero reconoció que “no fue suficiente para ganar las elecciones nacionales”. Esa evaluación implica un reconocimiento de fortalezas y debilidades dentro de Fuerza Patria y un llamado a reconstruir competitividad electoral ante un escenario nacional marcado por el avance de La Libertad Avanza.

Según planteó, existe una mirada coincidente entre los distintos espacios sobre la necesidad de reorganizarse, recuperar iniciativa y diseñar una estrategia política y comunicacional capaz de interpelar a un electorado que hoy se inclina mayoritariamente hacia la figura de Javier Milei. Ese proceso, insistió, requiere un trabajo coordinado entre los sectores del MDF, el kirchnerismo conducido por Cristina Fernández de Kirchner y el Frente Renovador.

En el cierre de su post, Galmarini ubicó el debate interno en una perspectiva más amplia: la construcción de una alternativa competitiva para 2027. “Nuestro desafío en esta nueva etapa está en construir una estrategia política y sobre todo electoral para ganarle a Javier Milei en 2027 y darle un gobierno mejor a nuestra Argentina”, afirmó. El mensaje deja entrever que, más allá de las tensiones internas y de las interpretaciones mediáticas, el peronismo bonaerense se enfrenta a un reto mayor que excede la disputa por cargos legislativos.

La respuesta del dirigente massista también dejó claro que, para el oficialismo provincial, la reconfiguración de la Legislatura no debe leerse como una fractura, sino como la continuación de acuerdos previamente establecidos.