Kicillof pidió aprobar el Financiamiento: “No hay negociación que debiera condicionar algo de esta importancia”

El gobernador bonaerense Axel Kicillof encabezó un encuentro en el Salón Dorado junto a intendentes, legisladores y su gabinete para reforzar el pedido de aprobación del proyecto de Financiamiento. El gobernador buscó mostrar respaldo político amplio y sumar presión en medio del estancamiento legislativo.

En la primera fila estuvieron jefes comunales de diferentes sectores y figuras del peronismo bonaerense. También se sumaron dirigentes radicales como Martín Randazzo y Lisandro Hourcade, lo que dio mayor volumen a la foto buscada por Gobernación.

Acompañado por Verónica Magario, Kicillof abrió su discurso agradeciendo las presencias y marcó el contexto: “Sé que no son tiempos normales, pero justamente por eso estamos reunidos”. Planteó que la Provincia necesita “herramientas claras” para sostener servicios básicos y evitar retrocesos en 2025.

Recordó que el 3 de noviembre enviaron el paquete económico para 2026 y que dos de las tres leyes ya fueron aprobadas. Al citar el artículo 1 del Presupuesto, remarcó la “situación de emergencia” producto de la recesión y del “incumplimiento del Estado nacional” en transferencias automáticas y no automáticas.

Luego, el jefe provincial describió el impacto del programa económico nacional en el territorio bonaerense. “La actividad económica cayó un 5,7%”, señaló, y especificó derrumbes en industria, comercio y construcción. También mencionó el cierre de empresas: “Se perdieron 18.000 en el país y 5.000 en nuestra provincia”.

Además vinculó estos datos con una mayor demanda social. “Se traduce para nosotros en demanda de medicamentos, alimentos y acompañamiento económico para pagar alquileres y gastos fijos”, afirmó. Mencionó además récord de morosidad en tarjetas y endeudamiento familiar.

Kicillof sostuvo que mientras “hay una fiesta en el mundo financiero”, los bonaerenses atraviesan un deterioro profundo. Sumó críticas al Gobierno nacional por lo que definió como “asedio financiero y legal”, con recortes a fondos destinados a seguridad, transporte, docentes y la caja previsional. Calculó un “robo de 13 billones de pesos”.

A pesar del escenario, destacó que la gestión provincial no se detuvo. “Si la provincia no se derrumbó es porque se ha decidido priorizar, planificar y trabajar con sensibilidad y responsabilidad”, aseguró.

Volvió entonces al punto central: la necesidad de que la Legislatura apruebe el proyecto de Financiamiento. Aclaró que no se trata de nuevos empréstitos, sino de cubrir vencimientos de deuda previamente asumidos. “No es nueva deuda, es renovación y cubrir los vencimientos”, enfatizó.

El mandatario agregó que Buenos Aires es “la provincia más austera”, con menor gasto público por habitante y uno de los estados con menos empleados. Reclamó una vez más por la inequidad en la distribución de recursos: “Contribuye con el 38% de la recaudación y recibe menos del 7%”.

También detalló el fondo previsto para los municipios. Explicó que el 8% de los recursos del Financiamiento será distribuido entre los 135 distritos, lo que totaliza unos 350 mil millones de pesos hasta mediados del año próximo.

En el tramo final, fue categórico respecto de la discusión legislativa: “No hay negociación que debiera condicionar algo de esta importancia”. Y cerró con un pedido directo: “Con convicción democrática, le pido a la Legislatura que vote esta ley en favor de los intereses de 17 millones de bonaerenses”.