El intendente de Morón, Lucas Ghi, presentó un proyecto de ley para que la Legislatura bonaerense habilite la detención inmediata de quienes violen restricciones perimetrales vinculadas a casos de violencia de género y familiar. La iniciativa, que apunta a reforzar la protección de las víctimas y eliminar la “zona gris” actual del Código de Procedimientos, llega en un contexto político atravesado por la denuncia contra uno de sus funcionarios: Hernán Sabbatella.
Un proyecto para cerrar las brechas legales
La propuesta del Ejecutivo local busca facultar a jueces y juezas a ordenar prisión efectiva ante el incumplimiento de las perimetrales, una medida que hoy depende de interpretaciones dispares dentro del Poder Judicial.
El texto fue elaborado por una mesa interdisciplinaria integrada por especialistas del ámbito municipal, provincial y nacional: el secretario de Seguridad, Damián Cardoso; el presidente de la Asociación de Magistrados de Morón, Matías Rappazzo; el camarista Fabián Cardoso; la fiscal general Karina Iuzzolino; y la defensora general Claudia Bonanata, entre otros. Todos coinciden en que la normativa vigente permite que agresores reincidan en amenazas, acoso o nuevos ataques aun cuando pesan sobre ellos medidas restrictivas.
“Queremos dotar al sistema de una herramienta clara y efectiva para proteger a quienes denuncian. La ley no puede tener agujeros que pongan vidas en riesgo”, señalaron durante la presentación.
El trasfondo político: Sabbatella, ruptura y pases de factura
Aunque el proyecto venía trabajándose desde hacía meses, su oficialización quedó inevitablemente marcada por el desplazamiento de Hernán Sabbatella —ex secretario de Legal y Técnica— tras ser denunciado por violencia de género por su esposa. La Justicia dispuso para él un dispositivo dual: tobillera electrónica y un aparato de alerta para la mujer, además de una perimetral de 1000 metros fijada por el Juzgado de Familia N.° 9.
Ghi defendió su decisión y apuntó contra sectores que, según dijo, usan el caso para “sacar ventaja”. “La violencia de género se combate con medidas concretas, articulación y protección real a las víctimas. No con oportunismo político ni con falsos compromisos de quienes se escandalizan según quién sea el victimario o la víctima”, lanzó.
El mensaje tuvo destinatario claro: Nuevo Encuentro. El sabbatellismo —espacio que lidera el hermano del funcionario apartado, Martín Sabbatella— cuestionó con dureza la actuación del intendente y revivió una interna que ya venía desgastada. Desde ese sector subrayaron que es la segunda denuncia que recibe el funcionario desplazado y acusaron a Ghi de “reaccionar tarde”.
La tensión, lejos de aplacarse, volvió a exponer la fractura del oficialismo local y dejó al descubierto una pelea que hace tiempo dejó de ser soterrada.
Un respaldo institucional amplio
Pese al temblor político, la iniciativa recibió el acompañamiento de magistrados, fiscalías, defensores y organismos vinculados a políticas de víctimas. En la presentación estuvieron la vicepresidenta de la Asociación de Magistrados, Mercedes Conti; la secretaria general, Andrea Molaro; representantes del Observatorio Federal de Seguridad y Justicia; la jueza de Familia Gladys Pellegrini; el juez federal Jorge Rodríguez; y el titular del Consejo de Víctimas bonaerense, Roberto Almeyda.
Todos coincidieron en que la “zona gris” actual deja librado al criterio judicial situaciones que pueden derivar en revictimización o mayor riesgo para las mujeres que denuncian.
Una iniciativa con destino legislativo incierto
El proyecto ya está en manos de la Legislatura bonaerense, donde deberá atravesar un debate cargado de sensibilidad, pero también de lecturas políticas. El caso Sabbatella tensó los vínculos internos del oficialismo local y promete proyectarse sobre la discusión provincial.
Mientras tanto, el municipio intenta sostener el foco: endurecer las sanciones contra quienes violan perimetrales y avanzar en herramientas que protejan de forma efectiva a las víctimas de violencia de género. El resto —internas, pases de factura y rupturas— ya entró por la ventana y promete seguir ocupando escena.