En una intervención encendida durante la madrugada del jueves, la presidenta del bloque PTS–Frente de Izquierda Unidad, Laura Cano Kelly, volvió a cuestionar la falta de debate real dentro del recinto y justificó el voto negativo de su bancada al Presupuesto y la Ley Impositiva 2026. La diputada planteó que, mientras en el recinto se discutían artículos técnicos y modificaciones acordadas entre oficialismo y oposición, afuera persistían preguntas urgentes sin respuesta: el futuro laboral de más de 20 mil becarios del Ministerio de Salud, la continuidad de la precarización en el Estado provincial y la ausencia de una recomposición salarial capaz de recuperar lo perdido en los últimos años.
“Durante horas recibí llamados de trabajadores preguntando si este presupuesto daba respuestas a lo que viven todos los días. Y mi respuesta fue que nada de lo que se discute acá tiene que ver con los problemas reales de las familias trabajadoras”, señaló.
Cano Kelly enmarcó el debate en lo que describió como “un brutal ajuste nacional” impulsado por el gobierno de Javier Milei, al que acusó de golpear sistemáticamente a la clase trabajadora y favorecer a los sectores más concentrados. También denunció una subordinación de la política exterior argentina a los Estados Unidos, y resaltó que su espacio política se opone al Gobierno desde el primer día, a diferencia de “quienes se dicen opositores y luego acuerdan”.
Respecto del oficialismo provincial, reconoció que comparte parte del diagnóstico sobre el ahogo financiero provocado por Nación con el recorte del FONID y la caída de programas esenciales, pero aseguró que no coincide con las decisiones de Axel Kicillof frente a ese escenario. “Este es el paquete de leyes más regresivo desde que asumió Kicillof. Continúa la lógica de endeudarse para pagar deuda y profundiza una estructura impositiva regresiva. Los que vuelven a pagar son los trabajadores”, afirmó.
La diputada criticó además la postura de sectores sindicales que apoyaron las iniciativas del Ejecutivo: “En lugar de enfrentar el ajuste, llamaron a movilizar para aprobarlo. No hay actitud más arrastrada”.
Según Cano Kelly, el recorte real queda expuesto en la diferencia entre el presupuesto que debería ser —unos 53 billones— y los 43 billones finalmente proyectados. “La pregunta es simple: ¿de dónde recortaron esos 10 billones? De salud, educación, vivienda y salarios”. Desde ese lugar, confirmó el voto negativo del Frente de Izquierda y reiteró su propuesta de desconocer la deuda tomada por la gestión de María Eugenia Vidal, redirigiendo esos recursos a áreas esenciales.