La Legislatura de Salta abrió este lunes un nuevo ciclo institucional signado por el predominio del oficialismo. Con la asunción de los 12 senadores y 30 diputados electos en los comicios de mayo, el espacio que responde al gobernador Gustavo Sáenz consolidó su liderazgo político: retuvo 11 de las 12 bancas en juego en la Cámara Alta y logró 20 de los 30 escaños renovados en la Cámara Baja.
El gobernador acompañó ambas ceremonias de jura, en las que los legisladores iniciaron formalmente su mandato por los próximos cuatro años. Su presencia reforzó el respaldo institucional y el alineamiento interno que se proyecta como clave para la continuidad de la agenda política y de gestión del Ejecutivo provincial.
Una Cámara de Senadores casi monocolor
El resultado de la elección dejó a la Cámara Alta prácticamente bajo control del saencismo. De las 12 bancas renovadas, el oficialismo obtuvo 11, reafirmando su presencia territorial en departamentos como Cachi, Cafayate, Chicoana, General Güemes, Guachipas, La Poma, Los Andes, La Caldera, Molinos, Rosario de Lerma y San Carlos.
Esta composición otorgará al Ejecutivo un escenario legislativo ampliamente favorable para avanzar con proyectos estratégicos sin mayores sobresaltos.
Mayoría sólida en Diputados
En la Cámara de Diputados, la correlación de fuerzas también quedó inclinada hacia el oficialismo, que capturó 20 de los 30 escaños puestos en juego. La nueva integración asegura a Sáenz la posibilidad de impulsar leyes clave y sostener la gobernabilidad con una mayoría propia que supera con holgura a las expresiones opositoras.
La renovada configuración de ambas cámaras refleja el respaldo territorial que obtuvo el gobernador en las urnas y consolida su poder en el ámbito legislativo. Con una Legislatura ampliamente alineada, el saencismo inicia un nuevo período con margen para profundizar políticas de Estado y garantizar estabilidad política en un contexto nacional complejo.