El Gobierno nacional oficializó la contratación directa para la adquisición de 43 trenes cero kilómetro destinados a renovar parte de la flota ferroviaria del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La medida fue publicada en el Boletín Oficial, en el marco del plan de inversiones contemplado por la Emergencia Ferroviaria.
Las nuevas formaciones —técnicamente denominadas Unidades Múltiples Diésel (DMU)— estarán compuestas por 150 coches de pasajeros y se entregarán con insumos, consumibles, componentes y documentación técnica para garantizar el mantenimiento durante los primeros tres años, además de su puesta en marcha. La inversión total asciende a unos 300 millones de dólares.
Una renovación largamente postergada
Según precisó el Ejecutivo, la compra busca revertir una década sin incorporación de material rodante para pasajeros en el AMBA, donde viajan cerca de 1,3 millones de personas por día. Parte de la flota actual supera los 50 años de antigüedad, lo que impacta en la seguridad y la confiabilidad del servicio.
Las nuevas unidades serán destinadas a las líneas Roca, Mitre, Sarmiento, San Martín y Belgrano Sur, integrando un esquema más amplio de inversiones que también contempla:
La adquisición de tres locomotoras diésel-eléctricas para la línea San Martín —ya en su tramo final de fabricación— por 7 millones de dólares, con llegada prevista para enero de 2026.
La compra de repuestos ferroviarios por 119 millones de dólares para los mantenimientos pesados de las líneas Mitre, Sarmiento y Roca, la primera en nueve años.
Más seguridad, más frecuencias y menos consumo
De acuerdo con el comunicado oficial, la incorporación de estas 43 formaciones permitirá mejorar las frecuencias, gracias al aumento en la velocidad de circulación; reducir los tiempos de viaje; y optimizar las condiciones de ascenso y descenso de los pasajeros. También se espera un salto en materia de confort y experiencia de viaje.
Otra de las ventajas destacadas por el Gobierno es el ahorro de recursos: estas unidades diésel consumen casi la mitad del combustible respecto de las locomotoras actualmente en uso en el AMBA.
El Gobierno recordó que las medidas se inscriben dentro del DNU 525/24, que estableció la Emergencia Ferroviaria y habilitó un plan de acción que no sólo incluye la compra de material rodante, sino también obras de infraestructura destinadas a mejorar la seguridad operacional en todas las líneas metropolitanas, junto con una optimización de gastos e ingresos en las empresas ferroviarias.
En paralelo, se informó que las capacitaciones para el personal ferroviario aumentaron un 75%, y que se avanzó en la simplificación de normas técnicas, un cambio que —según el Ejecutivo— representa “una mejora exponencial en la seguridad operacional del servicio”.