martes 18 de noviembre de 2025
- Edición Nº2540

País

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¿Una trampa comercial? El acuerdo entre EE.UU. y Argentina bajo la lupa

12:14 |El Acuerdo Marco de Comercio Recíproco e Inversión entre Estados Unidos y Argentina busca fortalecer la relación económica entre ambos países. Sin embargo, el economista Juan Valerdi advierte sobre sus implicancias asimétricas y potenciales pérdidas para el país sudamericano.



El reciente Acuerdo Marco de Comercio Recíproco e Inversión entre Estados Unidos y Argentina ha generado un intenso debate en el ámbito económico y político sobre las desigualdades en los términos. Este pacto, que incluye la reducción de aranceles, la apertura de mercados y la protección de la propiedad intelectual, es presentado como una oportunidad para profundizar la cooperación bilateral, al menos esa es la expectativa puesta de manifiesto desde el Gobierno Nacional. Sin embargo, y en diálogo con InfoMiBa, el economista y docente Juan Valerdi expone una perspectiva crítica, advirtiendo sobre los peligros de un acuerdo que, según él, se presenta como una "bajada de línea unilateral" de Estados Unidos.

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Balance Costo–Beneficio
Valerdi comienza su análisis señalando que el acuerdo es "claramente asimétrico en términos comerciales y productivos". A su juicio, "no hay claridad de qué puede ganar Argentina, pero sí de qué puede perder". En este sentido, destaca que la apertura indiscriminada a productos estadounidenses podría debilitar la cohesión y fortaleza de Argentina dentro del Mercosur, un bloque que Valerdi considera fundamental para negociar desde una posición de fuerza. "Perder cohesión en el Mercosur es perder una herramienta clave en nuestras negociaciones internacionales", afirma Valerdi y agrega: “también tiene mucho para perder en la relación con China”.
Esta pérdida de cohesión no solo afecta la capacidad de negociación de Argentina, sino que también podría dañar las relaciones con otros socios comerciales, como Brasil y Paraguay, quienes podrían ver con desconfianza este acercamiento unilateral hacia Estados Unidos.

La posibilidad de que Argentina negocie de manera individual, en lugar de hacerlo como parte de un bloque regional, puede llevar a condiciones menos favorables en futuros acuerdos comerciales.
 

Impacto en sectores productivos
Uno de los puntos más controversiales del acuerdo es el acceso preferencial que recibiría Estados Unidos en 50 ítems exceptuados del Arancel Externo Común. Según Valerdi, esto podría perjudicar a sectores argentinos, especialmente la industria automotriz, que ha sido un pilar de la economía local.
"El sector automotriz argentino tiene mucho para perder respecto de una apertura a Estados Unidos", sostiene Valerdi, quien advierte sobre la competencia desleal que podría surgir debido a los estándares de seguridad más laxos de los vehículos estadounidenses.
La industria automotriz local, que ha logrado desarrollarse a lo largo de los años gracias a políticas de protección y promoción, podría verse amenazada por la entrada de vehículos importados que no cumplen con los mismos estándares de calidad y seguridad. Esto no solo afectaría a los fabricantes locales, sino también a la cadena de proveedores y a los trabajadores que dependen de la industria.
Además, menciona que la apertura a la importación de productos como porcinos y aves de corral podría debilitar aún más el mercado local, que ya enfrenta desafíos significativos. La posibilidad de que productos estadounidenses ingresen sin aranceles podría llevar a una saturación del mercado argentino, impactando negativamente a los productores locales y a los precios.

Minerales críticos y cadenas de valor
El acuerdo también facilita inversiones estadounidenses en minerales críticos, un tema que preocupa a Valerdi. "La Argentina está entregando ventajas estratégicas sin contrapartidas claras", afirma, sugiriendo que el país podría estar cediendo su soberanía sobre recursos valiosos.
"Este acuerdo podría beneficiar a algunos gobernadores y legisladores provinciales, pero a costa de la soberanía y el desarrollo del país", advierte el especialista.
La explotación de recursos como el litio, esencial para la fabricación de baterías y tecnologías limpias, podría llevar a una situación en la que las multinacionales se beneficien sin que la población argentina obtenga beneficios tangibles. Valerdi enfatiza que las provincias, que son propietarias de estos recursos, deben ser cuidadosas en cómo gestionan estos acuerdos, ya que podrían comprometer su futuro económico.

Propiedad intelectual y farmacéuticas
La revisión de la política de propiedad intelectual es otro aspecto crucial del acuerdo. Valerdi critica la posibilidad de que se implementen criterios de patentabilidad más restrictivos, lo que podría encarecer medicamentos y afectar a la industria farmacéutica local.
"Las patentes en el área farmacéutica son una estafa monopólica", señala, subrayando los riesgos que esto podría acarrear para la producción nacional de medicamentos.
La historia de la industria farmacéutica en Argentina está marcada por tensiones entre la necesidad de acceso a medicamentos asequibles y la protección de los derechos de propiedad intelectual. Valerdi advierte que aceptar condiciones más estrictas podría limitar la capacidad de Argentina para producir medicamentos genéricos, lo que afectaría a millones de ciudadanos que dependen de tratamientos accesibles.

Barreras no arancelarias y apertura
La eliminación de barreras no arancelarias, como el impuesto estadístico del 3%, es vista por Valerdi como un beneficio para Estados Unidos que podría tener un impacto fiscal negativo para Argentina. "Esto le da ventajas a Estados Unidos respecto de otros países", afirma, sugiriendo que podría haber un aumento en las importaciones estadounidenses que presionaría aún más la balanza comercial. "Con el tiempo, este proceso podría generar un aumento abrupto de importaciones estadounidenses y presión sobre la balanza comercial", advierte.
La preocupación por un aumento en las importaciones no es infundada. La experiencia de otros países que han firmado acuerdos similares muestra que, sin medidas adecuadas de protección, el comercio local puede verse rápidamente desplazado por productos importados más baratos, lo que podría llevar a una pérdida de empleos y a un deterioro de la industria local.
 

Carne, acero y aluminio: desafíos en el horizonte
El posible alivio arancelario para la carne contrasta con las amenazas de cuotas al acero y aluminio. Valerdi considera que el acuerdo es "un 90/10 a favor de Estados Unidos". Las expectativas de los mercados, reflejadas en el aumento de acciones de empresas como Aluar y Techint, son vistas por Valerdi como especulativas.
"La suba de las acciones de estas empresas fue meramente especulativa y no se va a sostener en el tiempo", advierte.
Este tipo de especulación puede llevar a una falsa sensación de seguridad en el mercado, donde las empresas podrían verse impulsadas a realizar inversiones basadas en expectativas poco realistas. La amenaza de cuotas también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la industria nacional de acero y aluminio, que podría verse obligada a competir en condiciones desfavorables.

Relación entre apoyo financiero y concesiones comerciales
Juan Valerdi también se refiere a la relación entre el apoyo financiero estadounidense y las concesiones comerciales. Asegura que el apoyo financiero brindado durante las elecciones de Milei estuvo condicionado por la entrega de soberanía y derechos económicos.
"Estados Unidos, por una leve y moderada ayuda financiera, le está pidiendo a Milei mucho más de lo que la Argentina razonablemente debería entregar", señala. Este tipo de condicionamiento no es nuevo en la relación entre Estados Unidos y América Latina, pero el analista económico advierte que la situación actual es particularmente preocupante. La dependencia de la ayuda financiera puede llevar a un debilitamiento de la soberanía económica de Argentina, obligando al país a aceptar condiciones que no benefician a su población.
Hoy el foco y la preocupación del Acuerdo Marco de Comercio Recíproco e Inversión entre Estados Unidos y Argentina  están puestos sobre “lo no dicho” y que podría encender alarmas sobre la dirección que está tomando la política económica del país. A medida que se avanza en la implementación de este acuerdo, es crucial que se evalúen sus implicancias a largo plazo para la industria, la soberanía y el bienestar de la población argentina.
"Lo que está haciendo Milei es suicidar a la industria argentina, y por ende, a los argentinos", concluye Valerdi, enfatizando la necesidad de una reflexión profunda sobre el futuro económico del país.

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Este acuerdo, que se presenta como una oportunidad, podría, en realidad, convertirse en una trampa que comprometa el desarrollo económico y social de Argentina. La historia ha demostrado que los acuerdos comerciales deben ser cuidadosamente negociados y que las naciones deben proteger sus intereses económicos y sociales. La experiencia de otros países que han sucumbido a presiones externas nos recuerda que la apertura indiscriminada puede tener consecuencias devastadoras.
En ese marco, la historia económica de Argentina está llena de lecciones que no deben ser ignoradas, y el camino hacia adelante debería  ser uno de cooperación, pero también de defensa de los intereses nacionales. La clave debería circunscribirse a encontrar un equilibrio entre la apertura al comercio internacional y la protección de la industria nacional, asegurando que los beneficios de cualquier acuerdo sean equitativos y sostenibles para todos los argentinos.
 

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JUAN VALERDI

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