El Consejo Nacional del PRO se reunió este miércoles en la sede partidaria de Balcarce con la conducción de Mauricio Macri y Soledad Martínez, en el primer encuentro formal tras las elecciones legislativas. La cumbre buscó ordenar la estrategia política del espacio frente al gobierno de Javier Milei, en medio de tensiones internas, fugas hacia La Libertad Avanza (LLA) y el debate sobre el futuro electoral del partido.
El exmandatario, acompañado por el jefe de Gobierno porteño Jorge Macri y la intendenta de Vicente López, presidió un encuentro que contó con la participación de referentes de todo el país: María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Guillermo Montenegro, Martín Yeza, Fernando de Andreis, Gisela Scaglia y los senadores Alfredo de Angeli, Martín Goerling y Victoria Huala, entre otros.
Según fuentes partidarias, el clima fue de “reencuentro” y “buena sintonía” pese a los recientes cortocircuitos con la Casa Rosada. “Vamos a acompañar al Gobierno en reformas muy importantes, pero sin renunciar a nuestra identidad”, sostuvo Ritondo al ingresar, bajándole el tono a las tensiones con los libertarios.
Reacomodamientos y debate interno
La reunión tuvo como trasfondo la reconfiguración del mapa político tras los comicios, la salida de los legisladores bullrichistas del bloque amarillo y las declaraciones de Macri sobre la construcción de un candidato presidencial propio para 2027.
El diputado Martín Yeza fue uno de los más críticos en los días previos: “Esta no es la mejor versión del PRO. Pasamos de un bloque de 37 diputados a apenas 18. Si queremos hacer algo serio, debemos pensarnos al 2031”, advirtió. Otros dirigentes coincidieron en que el partido atraviesa una etapa de transición, con la necesidad de redefinir sus objetivos territoriales y fortalecer las gestiones de Jorge Macri, Rogelio Frigerio e Ignacio Torres en sus provincias.
Mientras tanto, el ascenso de Diego Santilli al Ministerio del Interior despertó expectativas en el PRO bonaerense. Intendentes amarillos comenzaron a organizarse para apuntalar un eventual “proyecto Santilli 2027”, en un intento por recomponer la estructura electoral provincial.
Una relación tirante con Milei
El vínculo entre Macri y Milei sigue siendo uno de los puntos más sensibles. Tras el último encuentro en Casa Rosada, el expresidente expresó su malestar por la designación de Manuel Adorni como jefe de Gabinete y la salida de Guillermo Francos, decisiones que —según su entorno— “fueron interpretadas como un desplazamiento del PRO de la mesa política”.
“Ni era el salvador hace tres semanas, ni hoy está fuera de juego”, señaló un dirigente cercano a Macri, en referencia al trato que el oficialismo le dispensa. En público, el expresidente ratificó su apoyo a las reformas estructurales impulsadas por Milei —modernización laboral, equilibrio fiscal, reforma penal y fiscal—, pero advirtió sobre los límites del personalismo político y la falta de equipos.
Tras el encuentro, el diputado Fernando de Andreis resumió el espíritu del cónclave: “Estamos los que queremos estar. Nos comprometimos a trabajar para volver a ser alternativa, sobre todo en cada distrito”.
Por su parte, María Eugenia Vidal remarcó que el PRO “seguirá siendo un espacio fuerte e independiente”. “En el Congreso, a partir del 10 de diciembre, tendremos un bloque propio, como lo hicimos los últimos dos años”, sostuvo.
En paralelo, Jorge Macri mantiene su propio frente de negociación con el gobierno nacional: este martes se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, para reclamar los $274.000 millones que Nación adeuda a la Ciudad por coparticipación. “Fue un encuentro positivo, pero sin definiciones”, informaron desde el entorno del jefe de Gobierno.