Las lluvias de las últimas semanas dejaron un saldo alarmante en la provincia de Buenos Aires: más de 5 millones de hectáreas afectadas, caminos rurales intransitables y pérdidas productivas estimadas en 2.400 millones de dólares. En medio de este panorama, la diputada provincial Romina Braga (Coalición Cívica) pidió dejar atrás la improvisación y avanzar en una política hídrica estructural y sostenida en el tiempo a través de un documento al que tituló: "Cuando el agua nos devuelve el espejo".
“Las inundaciones vuelven a mostrarnos algo que evitamos mirar: los años de inacción tienen consecuencias. No es solo el agua que avanza sobre los campos y los pueblos; es la evidencia de una política que, durante demasiado tiempo, pospuso lo estructural para ocuparse solo de lo inmediato”, expresó la legisladora.
Braga señaló que los distritos más comprometidos del interior bonaerense, donde más del 50% de los caminos rurales son intransitables, reflejan “una deuda histórica con quienes producen y viven en el territorio”. En ese sentido, cuestionó que “durante años se discutieron diagnósticos, se anunciaron obras y se firmaron convenios, pero las prioridades siempre cambiaron al ritmo de los calendarios electorales”.
“El resultado es este: rutas destruidas, pueblos aislados y familias que dependen de la suerte del clima para poder salir de sus casas o llevar la producción al mercado”, lamentó. La diputada, integrante del bloque opositor en la Legislatura bonaerense, remarcó que la falta de infraestructura no solo impacta en la producción, sino también en el arraigo y las oportunidades de desarrollo.
“Cada vez que una obra se posterga o se ejecuta a medias, se posterga también la posibilidad de que un joven se quede en su pueblo, de que una pyme crezca o de que un productor pueda planificar más allá de la próxima lluvia”, sostuvo.
Braga insistió en que el problema trasciende los colores partidarios y que la provincia necesita “un acuerdo serio y duradero que trascienda los gobiernos”.
“Las inundaciones no distinguen gestiones, pero sí exponen una constante: la mezquindad política. La falta de planificación, de coordinación, de una mirada integral sobre el territorio y su gente”, subrayó. Para la diputada, el desafío es recuperar una visión de futuro: “La provincia necesita algo más que respuestas fragmentadas. Debemos pensar qué tipo de desarrollo queremos, qué infraestructura sostiene ese futuro y cómo garantizamos que cada bonaerense, viva donde viva, tenga las mismas oportunidades para producir, encontrarse y crecer”.
Finalmente, Braga concluyó con un mensaje que resume el sentido de su reclamo: “Cada vez que el agua vuelve, no solo se inundan los campos. Se inunda también la esperanza de una provincia que podría ser potencia, pero que sigue atrapada en el barro de la improvisación”.