Tras la designación de Diego Santilli como ministro del Interior, Carlos Bianco lo acusó de ser parte de un Gobierno que, según la Provincia, le adeuda 12.000 billones de pesos. En ese marco, el ministro bonaerense expuso los recortes sufridos por la administración de Axel Kicillof, y elevó el reclamo a nación.
En declaraciones radiales, Bianco reaccionó a la designación de Santilli como parte del gabinete de Javier Milei, pese a ganar como diputado nacional en las últimas elecciones. “Imagino que, como bonaerense y como candidato de la fuerza opositora en la provincia de Buenos Aires, debe estar al tanto que su gobierno le robó a la provincia, a los bonaerenses, 12 billones, 12 millones de millones de pesos”, apuntó.
En ese marco, el ministro de Gobierno recordó que la administración de Axel Kicillof reclama a Nación una deuda de 12.000 billones de pesos, que, según la Provincia, corresponde a fondos retenidos de manera indebida.
“Seguro que está en este momento gestionando que se le devuelva. Seguro, seguro que debe estar hablando con el Toto Caputo para que nos devuelvan la plata que nos robó Milei”, agregó en tono sarcástico. En ese sentido, sostuvo que Santilli en su rol de ministro del Interior, tiene la responsabilidad de “resolver los problemas de las provincias y no profundizarlos”.
Al tiempo, aseguró que el gobierno bonaerense está pidiendo constantemente los fondos adecuados, “de hecho tuve varias reuniones con los funcionarios salientes por temas electorales, pero también porque el gobernador me pidió juntarme con ellos para llevar los reclamos y las necesidades de la provincia de Buenos Aires”, completó Bianco.
Cabe mencionar que la disputa por los recursos entre la Provincia de Buenos Aires y el Gobierno nacional se intensificó en las últimas semanas, tras asegurar desde la administración de Kicillof que la quita de fondos afecta directamente la capacidad de gestión en áreas sensibles como salud, educación y obra pública.
La designación de Santilli como interlocutor directo con los gobernadores lo coloca en un lugar clave en la relación con las provincias y el gobierno de Javier Milei. Sin embargo, su llegada al cargo fue recibida con desconfianza y críticas desde el oficialismo bonaerense, que lo acusa de representar los intereses de un Gobierno que “desfinancia deliberadamente” a Buenos Aires.