lunes 03 de noviembre de 2025
- Edición Nº2525

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Familiares de los obreros de Acerías Berisso marchan a La Plata

13:32 |Mientras la empresa sigue paralizada y se agrava el conflicto, familiares y amigos de los trabajadores se movilizan este lunes hacia el Ministerio de Trabajo bonaerense para exigir el pago de salarios adeudados y la reapertura de la planta. Más de 50 empleos directos y 400 indirectos están en riesgo.



La situación de los trabajadores de Acerías Berisso, empresa metalúrgica con más de medio siglo de historia en la región, continúa sin resolución. Este lunes, familiares y amigos de los operarios se movilizaron por el centro de La Plata hasta la sede del Ministerio de Trabajo bonaerense, donde se realizará nueva audiencia entre los representantes sindicales, las autoridades provinciales y la empresa, que sigue sin abonar los salarios y con las puertas cerradas.

“Acería Berisso en lucha. El silencio no es la respuesta, la mentira también es violencia”, expresan los carteles que acompañan la convocatoria difundida en redes sociales. El reclamo no solo apunta al pago de los sueldos atrasados, sino también al cumplimiento de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio, que la empresa decidió incumplir.

Salarios impagos, denuncias de vaciamiento y ruptura del diálogo

El conflicto comenzó en abril, cuando la empresa dejó de pagar los salarios. El 6 de octubre, los trabajadores encontraron la planta paralizada y decidieron iniciar una retención de tareas, seguida por la ocupación del predio para evitar el retiro de materiales. Denuncian que la firma fue vaciada y que durante una audiencia virtual el representante empresarial se desconectó sin aviso, interrumpiendo la negociación.

La tensión creció cuando los empleados señalaron a la socia mayoritaria, Eliana Repicky, por agresiones hacia una de las familiares que participaba de la protesta. La UOM respalda a los operarios, quienes denuncian que no se realizaron los aportes patronales y que la empresa violó la conciliación obligatoria al impedir el ingreso a la planta.

Acerías Berisso, fundada hace más de 50 años, fue durante décadas un símbolo industrial local. Dedicada a la fundición eléctrica de hierro y aceros especiales, provee piezas a industrias vidrieras, mineras, petroleras, agrícolas, navales y energéticas del país y del Mercosur. Su planta, ubicada en 128 entre 61 y 62, ocupa 2.000 metros cuadrados y llegó a ser reconocida como líder en la fabricación de moldes para botellas de vidrio.

Hasta hace dos años, pertenecía a la familia Dudiek, pero con la incorporación de Repicky como socia se modificó el esquema de producción. Según los trabajadores, desde entonces la firma se convirtió en un taller auxiliar de la empresa Repicky Quilmes, se despidió personal y se alteró la calidad del material producido. “Venían mal, pero no esperábamos que un día soldaran el portón y nos dejaran afuera”, relató Carlos Lazarte, delegado de la UOM con 18 años de antigüedad.

50 empleos directos en riesgo y una negociación estancada

Actualmente, la planta permanece paralizada y más de 50 trabajadores directos y unos 400 indirectos ven peligrar su fuente laboral. La empresa presentó un plan de readecuación, aunque los operarios sostienen que no garantiza el pago de los sueldos ni la estabilidad de los puestos.

El Ministerio de Trabajo continúa mediando para alcanzar una salida, pero la falta de avances concretos mantiene el clima de desconfianza. Desde el gremio denuncian que el mismo día en que se dictó la conciliación, un camión retiró matrices y materia prima del predio. “Es una situación angustiante, la mitad de los compañeros tiene más de 20 años en la empresa”, lamentó Lazarte.

En Berisso, la acería no es solo una fábrica: es parte de la identidad del barrio. Muchos trabajadores crecieron viendo a sus padres y abuelos forjar piezas dentro de esa planta. Hoy, con la producción detenida, las familias enfrentan la incertidumbre.

 

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