La diputada bonaerense Silvina Vaccarezza impulsa un proyecto de ley que propone modificar aspectos centrales del Impuesto a la Transmisión Gratuita de Bienes (ITGB) en PBA. La iniciativa busca corregir las distorsiones generadas por la legislación actual y aliviar el peso que enfrentan los herederos al momento de iniciar una sucesión.
El ITGB, vigente desde 2011, grava las transferencias de bienes que se producen sin contraprestación, como herencias, donaciones o legados. Sin embargo, el esquema actual ha generado reclamos por parte de contribuyentes y profesionales debido a que el impuesto comienza a computarse desde la fecha del fallecimiento del causante, aun antes de que los herederos puedan tramitar la sucesión.
"La ley vigente genera graves distorsiones y provoca la generación de deuda con intereses desde el momento del fallecimiento del causante, a menudo mucho antes de que los herederos tomen conocimiento o puedan afrontar los gastos sucesorios. Esto lleva a que, años después, los herederos se encuentren con una gravosa deuda, forzando la postergación de sucesiones para poder disponer de bienes como inmuebles", afirmó al respecto la legisladora.
El proyecto de Vaccarezza propone una reforma a la Ley 10.397, para que el impuesto solo se configure cuando la transmisión gratuita involucre tres o más bienes, y no sobre cada bien individual, como ocurre actualmente. De esta manera, se busca reducir el número de casos alcanzados y hacer el régimen más equitativo.
Otra modificación importante establece que los intereses del impuesto comenzarán a devengarse recién desde la fecha de la Declaratoria de Herederos o desde la aprobación del testamento, según corresponda. Esta medida apunta a evitar que los herederos enfrenten deudas acumuladas por intereses generados antes de tener la posibilidad legal de disponer de los bienes.
El texto también incorpora una exención específica para la vivienda familiar del causante. En caso de fallecimiento, ese inmueble no quedará alcanzado por el impuesto, sin importar su valor. El objetivo es proteger a las familias que heredan la casa donde residían y evitar que deban afrontar cargas fiscales excesivas para conservarla.