En el marco del Jubileo del Mundo Educativo inaugurado por el papa León XIV en la Basílica de San Pedro, rectores y autoridades de universidades católicas y de orientación católica de Argentina participaron de una audiencia exclusiva en el Vaticano con el prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, cardenal José Tolentino de Mendonça. El encuentro se llevó a cabo en la sede del organismo vaticano y fue impulsado por la Red UC-OC, presidida por el rector de la Universidad Católica de Santa Fe, Mg. Lic. Eugenio Martín De Palma.
Por parte de la Universidad Católica de La Plata (UCALP) asistieron la rectora, Prof. Rita Gajate; el vicerrector académico, Dr. Sebastián Piana; el vicerrector administrativo, Cdor. Alejandro Marcatili; y la secretaria académica, Lic. María Valeria Fernández, quienes entregaron obsequios institucionales al cardenal durante la reunión.
Educación como peregrinación y esperanza
En un mensaje dirigido a los presentes, Tolentino definió el Jubileo de la Educación como “un camino hacia la Pascua, para salir de la esclavitud a la libertad”. Además, destacó el rol de la academia al señalar que “estudiar en la universidad alarga la mirada, los universitarios saben mirar lejos”. Según expresó, educar implica “realzar al otro, como lo hizo Jesús, y ayudar a descubrir que la vida vale la pena vivirse”.
Los rectores dialogaron también sobre la carta apostólica “Trazando nuevos mapas de esperanza”, firmada por el papa León XIV, que incorpora tres ejes al pacto educativo global impulsado previamente por Francisco: fomentar la vida interior y la búsqueda de sentido en los jóvenes; promover una educación digital ética sin caer en tecnofobias; y fortalecer la educación para la paz, resaltando la unidad como don profético.
El cardenal —teólogo y escritor portugués, creado cardenal en 2019 y responsable del Dicasterio desde 2022— subrayó que la identidad católica constituye un factor transversal en la vida universitaria. “No es tarea sólo de la pastoral, sino de todos los involucrados en la educación”, advirtió, alentando a generar un diálogo permanente entre fe y saberes.
Además, pidió a las autoridades “cautivar” a sus comunidades a través de jornadas de formación y promover un estilo cristiano de trabajo. “La universidad es un laboratorio de esperanza —dijo—. Tenemos que encargarnos de la fragilidad de nuestros jóvenes, que vienen de familias frágiles. Debemos trabajar con ejemplaridad”.
Gestión con visión y testimonio
Tolentino defendió la necesidad de “levantar los ojos” para mantener una mirada estratégica sobre la educación y evitar caer en automatismos. “Quienes conducen las universidades deben ´hidratar el sistema´ con la palabra de Dios y el magisterio de la Iglesia”, sostuvo, al tiempo que enfatizó que la misión no se limita a la administración eficiente, sino al testimonio y la construcción ética.
El prefecto concluyó recordando la relevancia social de las instituciones universitarias: “La universidad abre pistas e introduce un nuevo dinamismo en el mundo. Son usinas y fábricas de ideas y con eso tenemos una gran responsabilidad”.
La audiencia se inscribe dentro de la agenda internacional del Jubileo, que continuará en los próximos días con actividades culturales, formativas y celebraciones litúrgicas vinculadas al quehacer educativo.