
A pocos días de las legislativas del 26 de octubre, La Libertad Avanza transita un cierre de campaña atravesado por el desorden y las internas. Lo que debía ser una estructura aceitada para fiscalizar los comicios en la provincia de Buenos Aires se transformó en un foco de conflictos, denuncias y ausencias.
El distrito más populoso del país se convirtió en epicentro del caos libertario. Luis Ontiveros, diputado electo y hombre de confianza de Sebastián Pareja, rechazó compartir la coordinación del operativo con referentes del PRO. La disputa derivó en un enfrentamiento con figuras como Lalo Creus y Leila Gianni, cercanos a Javier Milei, quienes denunciaron exclusiones en el reparto de escuelas para fiscalizar.
A esto se suma el malestar por la falta de recursos. Se estima que el espacio cuenta con unos 300 millones de pesos destinados a la fiscalización de las 4.000 mesas de La Matanza, pero desde los equipos territoriales aseguran que el dinero “no baja”. Las quejas recuerdan los desajustes de elecciones anteriores, cuando los fiscales denunciaron que no recibieron ni viandas adecuadas.
Según publican portales bonaerenses, el descontento también llegó al socio electoral. Alejandro Finocchiaro, candidato a diputado nacional por el PRO, habría amenazado con retirarse del operativo si no se garantiza una participación equilibrada. En septiembre, el partido de Mauricio Macri ya había tenido que improvisar para cubrir mesas ante la ausencia de fiscales libertarios.
El arribo de Diego Santilli como cabeza de lista reavivó las tensiones: su entorno exige mayor incidencia en la fiscalización, especialmente en zonas del conurbano donde el PRO tiene estructura consolidada. Sin embargo, desde el círculo de Pareja insisten en mantener el control del operativo.
Desorden también en el sur bonaerense
En la Sexta Sección Electoral el panorama no es más alentador. Bahía Blanca, Tres Arroyos y Punta Alta registran un déficit de cientos de fiscales, mientras que en Laprida y Salliqueló directamente no hay coordinadores designados. El conflicto enfrenta al referente regional Oscar Liberman con la senadora electa Luz Bambacci, otra dirigente alineada a Pareja.
Las disputas se arrastran desde el armado de listas y, ante la falta de fondos, algunos sectores amenazan con migrar a nuevos espacios políticos.
Pareja, en el centro de las críticas
El jefe de campaña libertario, Sebastián Pareja, se convirtió nuevamente como en las provinciales, en el principal blanco de los cuestionamientos internos. Sus aliados lo acusan de haber bajado la intensidad del trabajo territorial tras haber asegurado una docena de bancas en la elección de septiembre. “Se afanaron la fisca”, se escucha en los chats partidarios, donde proliferan las quejas por decisiones unilaterales y recursos que no llegan a los distritos.
Con un escenario electoral que exige máxima organización, los libertarios enfrentan una interna que amenaza con dejar miles de mesas sin cubrir el próximo domingo. Mientras los dirigentes intentan apagar los incendios y recomponer alianzas, el desorden en la fiscalización expone uno de los mayores desafíos del espacio en su intento por sostener el poder en la provincia más grande del país.