
En medio del revuelo político que provocaron las declaraciones del presidente Donald Trump, quien este martes aseguró que Estados Unidos solo apoyará económicamente a la Argentina si Javier Milei gana las legislativas de octubre, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, apuntó contra el libertario y lo acusó de someter la política exterior del país “a los designios de otro gobierno”.
“El Presidente de la Nación no puede ser el empleado del presidente de otro país. La escena de Milei con Trump no sólo es lamentable, además vulnera uno de los valores más importantes que tiene una república: su soberanía nacional”, advirtió Bianco, mano política del gobernador Axel Kicillof.
Los dichos del funcionario provincial tuvieron como marco el lanzamiento de la diplomatura “Democracia y Parlamento Futuro”, organizada por la Universidad Nacional de San Martín, la Cátedra DyPF y el municipio de Chascomús, con impulso del Gobierno bonaerense y apoyo de organismos internacionales como CAF y la OEI.
Desde ese espacio académico, Bianco defendió el rol del Estado y la necesidad de fortalecer el sistema institucional: “En momentos en los que la república está siendo atacada, nuestro Gobierno reafirma su vocación democrática y plural y da un paso más hacia la creación de capacidades que contribuyan a sostenerla.”
Además, destacó la importancia del nuevo programa de formación como una herramienta para “regenerar la conciencia democrática” y alertó sobre el deterioro institucional de los últimos años. “Estas actividades de debate van a ir generando, o regenerando, mejor dicho, una conciencia muy necesaria sobre el respeto a las instituciones democráticas, que se han visto vilipendiadas y atacadas en los últimos años en la República Argentina”, expresó.
Finalmente, Bianco volvió a apuntar contra Milei al referirse al encuentro del Presidente con Trump. “Nunca habíamos visto un nivel de humillación semejante. Independientemente de quién lo haya votado, Milei es el presidente de la República Argentina, y verlo recibir instrucciones como si fuera un empleado, mientras el otro mandatario ni siquiera se tomaba el trabajo de escucharlo, es una falta de respeto a la soberanía nacional,” disparó; y subrayó que la escena “expone la pérdida de dignidad institucional” y que “la defensa de la democracia también implica cuidar la independencia política de la Nación”.