
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, advirtió este lunes que cerraron 14 mil panaderías en la provincia de Buenos Aires a raíz de la fuerte caída del consumo y el incremento de los costos de producción. “La crisis está golpeando no solo a los grandes, sino también a las pequeñas y medianas. En la Provincia cerraron 14 mil panaderías familiares, y la venta de pan cayó 50%, mientras que la de facturas bajó 85%”, expresó Bianco durante una conferencia de prensa brindada en La Plata.
El funcionario explicó que la situación “refleja la gravedad de la crisis de demanda” que enfrentan las PyMEs del sector alimenticio, especialmente las panaderías tradicionales que dependen del consumo diario de los vecinos.
Las declaraciones del ministro coinciden con el reciente anuncio de la Cámara de Industriales Panaderos de la Provincia de Buenos Aires (CIPAN), que dispuso un aumento del 12% en el precio del pan a partir de esta semana. La medida responde al incremento sostenido en los precios de la harina, la grasa, la levadura y otros insumos básicos.
Desde la entidad indicaron que el nuevo precio sugerido oscila entre $2.800 y $3.300 el kilo, según la zona, y alertaron que el escenario “compromete la continuidad de numerosos comercios” ante los altos costos de los alquileres, las tarifas y la baja rentabilidad.
A pesar del ajuste, algunos panaderos intentan resistir sin trasladar los incrementos al mostrador. En La Plata, el tradicional local “La Favorita” decidió mantener su precio actual: “Intentamos no aumentar por ahora el precio del pan, que continúa a $3.000 el kilo, para no afectar al consumidor”, comentó Aldana, trabajadora del comercio ubicado en calle 60 entre 26 y 27, en diálogo con Radio Provincia.
Bianco advirtió, además, que el impacto económico también se traduce en una reducción de la producción y del empleo en el sector:
“Solo seis de cada diez máquinas panificadoras están encendidas; las otras permanecen apagadas porque la producción se redujo a la mitad”, señaló.