
El próximo 26 de octubre, más de un millón de jóvenes de 16 y 17 años participarán por primera vez en las elecciones legislativas, marcando un hito en la historia reciente del voto adolescente en Argentina. Este segmento representa el 3% del padrón nacional, pero en una contienda reñida puede convertirse en un factor decisivo en los principales distritos del país.
Según datos oficiales, el 51% de estos nuevos votantes son mujeres y el 49% varones, y se concentran principalmente en Buenos Aires (35,27%) y la región Centro —Córdoba y Santa Fe— con un 15,15%, seguida por NOA (13,3%), NEA (12,71%), CABA (9,58%), Cuyo (8,22%) y Patagonia (5,95%).
Este estreno electoral coincide con la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP), establecida por la Ley 27.781, que reemplaza al tradicional sistema de boletas múltiples y busca simplificar el acto de votar, al tiempo que refuerza la transparencia y la igualdad de condiciones en las mesas.
Jóvenes y nuevas demandas
El ingreso de esta camada se da en paralelo a un universo de jóvenes entre 18 y 35 años, que ya constituyen cerca de un tercio del padrón electoral. Este grupo presenta pautas de consumo informativo atravesadas por redes sociales y mensajería instantánea, y manifiesta intereses que van desde educación, empleo y vivienda hasta igualdad de género, cuidado del ambiente e innovación tecnológica. Sin embargo, no constituye un bloque homogéneo: conviven diversas realidades, sensibilidades y prioridades según región y contexto socioeconómico.
Un sondeo de Reyes Filadoro y Enter Comunicación, realizado mediante 730 entrevistas online y monitoreo de redes a jóvenes de 18 a 35 años, detecta actualmente una preferencia del 48% por La Libertad Avanza, seguida por Unión por la Patria con 21%, el Frente de Izquierda con 5%, el radicalismo con 2% y el PRO con 1%. Los especialistas advierten que estas cifras son una foto de campaña: el voto joven se mueve rápido, con fuerte exposición a la conversación digital y sensibilidad hacia políticas concretas que impacten en estudio, trabajo y acceso a la ciudad.
Inclusión financiera y formalización
El voto joven llega acompañado de rasgos de inclusión financiera, según datos de Equifax. Casi el 24% de los debutantes ya está bancarizado con algún producto de crédito: el 76% con tarjeta, el 18% con préstamos y el 6% con ambos. Además, el 77% cumple con sus obligaciones de pago, lo que anticipa trayectorias de formalización y un perfil de consumo responsable.
Para los analistas, estos números no solo revelan un nuevo actor en la política argentina, sino también una generación que integra conocimiento digital, hábitos financieros y preocupaciones sociales en su manera de vincularse con la democracia. Con la Boleta Única de Papel como escenario, el 26 de octubre se perfila como un debut masivo y simbólico para una juventud que ya no es invisible en las urnas.