
El Gobierno nacional continúa con su política de desmantelamiento del sistema ferroviario. A través de la Resolución 1512/25, firmada por el ministro de Economía, Luis Caputo, se dispuso la desafectación del uso ferroviario y de la concesión de un inmueble ubicado en la estación Mouras, en la localidad bonaerense de Salazar, partido de Daireaux.
El predio, de una superficie total de 84.600 metros cuadrados, se encontraba bajo control de la empresa Ferroexpreso Pampeano y ahora pasó a depender de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), organismo que podrá decidir su venta o cesión.
La medida se enmarca en una serie de resoluciones que el Ejecutivo viene implementando desde hace meses, y que implican la desafectación de terrenos y estaciones ferroviarias en distintos puntos del país. Entre los casos más recientes figuran las estaciones de Barrow (Tres Arroyos), Benito Juárez, Balsa (Lincoln), Elordi (General Villegas) y también una en la ciudad de Olavarría.
Hasta el momento, el Gobierno no brindó detalles sobre el destino que tendrán los terrenos desafectados, mientras que los gremios del sector advirtieron sobre el impacto que esta política puede tener en el sistema ferroviario nacional.
Desde La Fraternidad, el sindicato que agrupa a los maquinistas de trenes, denunciaron que la administración libertaria de Javier Milei viene ejecutando una política de “Ramal que anda, ramal que cierra”, en alusión al desmantelamiento progresivo de la infraestructura ferroviaria que había comenzado a reactivarse en los últimos años.
La decisión de desafectar la estación Mouras se interpreta así como un nuevo paso en el avance del desguace del sistema ferroviario argentino, una política que, según los trabajadores del sector, amenaza no solo la conectividad de las comunidades del interior, sino también la soberanía logística y productiva del país.