
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) emitió un comunicado este jueves para plasmar su descontento tras la decisión del Gobierno nacional de dar por finalizada la suspensión de las retenciones a la exportación de granos.
Con el objetivo de acumular reservas en el Banco Central, el Gobierno había dispuesto eliminar las retenciones hasta el 31 de octubre o hasta que se liquiden 7 mil millones de dólares, cupo que se concretó en 72 horas.
Con la baja temporaria de los DEX, la diferencia no llegó al campo: se la quedaron los exportadores.
— CARBAP (@CARBAP_ARG) September 26, 2025
El negocio fue redondo para unos pocos y el esfuerzo productivo de miles de argentinos recibió un escaso beneficio@JMilei @LuisCaputoAR @PabloGinestet @kovavete @Gagavet1984… pic.twitter.com/eAfnjO6qCP
A tal efecto, CARBAP expresó su malestar por los efectos de la decisión del Gobierno nacional de llevar a cero los derechos de exportación por un período tan breve, “medida claramente coyuntural, pero que no generó ningún beneficio para los productores —verdaderos dueños de los granos— y que terminó siendo un gran negocio para los mismos de siempre: los exportadores”.
“Esta resolución alteró el normal funcionamiento del mercado de granos, generó incertidumbre y desconfianza, y solo consolidó ganancias extraordinarias para un reducido grupo de intermediarios, sin aportar soluciones de fondo ni estímulos genuinos a la producción”, advirtió la entidad.
En ese sentido, CARBAP alertó que políticas de este tipo “no construyen un camino de desarrollo para el país, sino que profundizan privilegios y dejan, una vez más, a los productores al margen de cualquier mejora”.
“El campo necesita reglas claras, previsibles y duraderas, no parches coyunturales. La eliminación de las retenciones debe seguir siendo el objetivo, pero debe realizarse de manera planificada, seria y con los productores en la mesa de decisiones”, expresó en otro pasaje del texto.
Por último, la entidad rural exhortó a los productores a actuar con cautela, porque los exportadores pueden haber anotado las DJVE, pero aún tienen que comprar los granos y cuentan con una capacidad de pago muy superior a la que están reconociendo en el mercado.