
Las intensas precipitaciones de las últimas semanas pusieron en jaque a gran parte del interior bonaerense. Ante este escenario, los intendentes de Carlos Casares, Daniel Stadnik (UxP); de Pehuajó, Pablo Zurro (UxP); de Bragado, Sergio Barenghi (UxP); de Nueve de Julio, María José Gentile (PRO); y de 25 de Mayo, Ramiro Egüen (vecinalista), se reunieron en La Plata con autoridades de la Autoridad del Agua para exigir medidas frente a la crisis.
Durante el encuentro, los jefes comunales expresaron que la magnitud de las inundaciones supera la capacidad de respuesta de los municipios. Caminar por zonas rurales se volvió casi imposible y los campos permanecen anegados, lo que golpea tanto la producción como la vida cotidiana de los vecinos. Si bien valoraron la continuidad de proyectos de largo aliento, como la ampliación de la cuenca del río Salado, reclamaron obras inmediatas que alivien la emergencia.
El intendente de Bragado detalló que en su distrito 38.000 hectáreas están bajo agua sobre un total de 227.000. Explicó que el municipio adoptó medidas para proteger los cascos urbanos y destacó la importancia de avanzar con el nodo Bragado en el marco del plan del río Salado, que incluye su extensión hasta la laguna y el dragado del espejo de agua.
Los intendentes coincidieron en que es indispensable limpiar y ampliar canales estratégicos, como el 12 de Octubre que conecta Carlos Casares con Nueve de Julio, y remarcaron que “el agua no reconoce fronteras políticas”. La falta de recursos para reparar caminos y la escasa ayuda nacional fueron otros puntos de reclamo. Según señalaron, la demora en asignar fondos específicos agrava la situación en los distritos afectados.
Mientras la Provincia sostiene que seguirá con obras de infraestructura a largo plazo, los intendentes advirtieron que cada nueva lluvia multiplica las pérdidas. La urgencia, remarcan, no admite más dilaciones.