
La noche del 7 de septiembre marcó un antes y un después en la política bonaerense. El peronismo, bajo el sello de Fuerza Patria, consiguió una victoria arrasadora en las elecciones legislativas y dejó al gobernador Axel Kicillof en la posición más sólida de su gestión: con mayoría propia en el Senado provincial y un bloque fortalecido en Diputados.
Senado: quórum propio para el peronismo
El impacto más fuerte se dio en la Cámara alta. De las 46 bancas, Fuerza Patria defendía 10 de las 21 en juego y logró quedarse con 13, lo que lo eleva a 24 legisladores en total. Ese número le garantiza, por primera vez en años, quórum propio para sesionar y aprobar proyectos sin necesidad de acuerdos con otras fuerzas.
La victoria fue clara en varias secciones:
Con esta composición, desde diciembre, LLA y sus aliados sumarán 16 escaños, mientras que Somos y Unión y Libertad quedarán con tres cada uno.
Diputados: bloque más grande, sin quórum propio
En la Cámara baja el escenario es diferente. Fuerza Patria defendía 19 bancas y no solo las sostuvo, sino que sumó dos más, alcanzando 39 diputados. Sin embargo, el quórum para sesionar está en 47, lo que obligará al oficialismo a buscar acuerdos con bloques aliados en cada votación.
Así quedará la composición:
En la Tercera Sección, bastión histórico del peronismo, la vicegobernadora Verónica Magario lideró la lista y aportó un triunfo categórico: 10 bancas para el PJ contra 6 de LLA y 2 de la izquierda.
En la Segunda Sección, Fuerza Patria y LLA se repartieron cuatro bancas cada uno, mientras que Hechos aportó tres. En la Sexta Sección, los libertarios lograron cinco, el PJ cuatro y Somos dos. Y en la Sección Capital, hubo empate: tres para cada fuerza principal.
Un tablero político redefinido
La foto que dejó la elección es clara: Kicillof emergió como el gran ganador de la noche bonaerense. Con mayoría en el Senado y un bloque robusto en Diputados, podrá avanzar con su agenda en la Legislatura. Sin embargo, el desafío estará en sostener la unidad entre kirchneristas, kicillofistas y massistas dentro de Fuerza Patria, y tejer alianzas en la Cámara baja para garantizar gobernabilidad.
En la vereda opuesta, La Libertad Avanza logró reforzarse, especialmente en la Quinta y la Sexta secciones, pero quedó lejos de disputar el control legislativo. En tanto, el macrismo, la UCR y otras fuerzas menores se desdibujaron en la nueva composición.