
El servicio provincial de Procuración del CUCAIBA realizó ocho operativos de donación de órganos en apenas 48 horas, lo que permitirá que trece personas que se encuentran en lista de espera puedan salvar o mejorar sus vidas.
Los operativos se llevaron a cabo en articulación con los equipos de salud de hospitales públicos de Monte Grande, Bahía Blanca, Avellaneda, Mar de Ajó, Florencio Varela, Cañuelas y Melchor Romero. Gracias a esta coordinación, se obtuvieron 12 riñones, un hígado, dos corazones aptos para trasplante de válvulas cardíacas y siete córneas.
El presidente del CUCAIBA, Francisco Leone, destacó la importancia del trabajo conjunto: “Debido al trabajo articulado entre los hospitales y el CUCAIBA, la procuración de órganos mejora año a año y consideramos que es producto de un proceso social interesante, que reafirma la solidaridad de la gente”.
Entre los logros de este megaoperativo, se encuentra la reactivación del servicio de trasplante renal del hospital provincial José Penna de Bahía Blanca, que había quedado paralizado tras el trágico temporal que afectó a la ciudad en marzo de este año.
Hasta la fecha, más de 1.300 bonaerenses recibieron un trasplante en 2025 gracias a la donación de órganos. Sin embargo, en la provincia aún hay unas 5 mil personas que esperan por un trasplante. Por este motivo, las autoridades sanitarias insisten en la importancia de manifestar la voluntad de donar, una acción que puede transformar vidas.
La Ley Justina, vigente en Argentina desde 2018, establece que toda persona mayor de 18 años es considerada donante, salvo que manifieste lo contrario. La normativa surgió tras la conmovedora historia de Justina Lo Cane, una niña de 12 años que falleció mientras esperaba un corazón para trasplante. Desde entonces, la negativa de las familias a la donación de órganos bajó del 37% al 10%, reflejando un cambio cultural en favor de la solidaridad y la vida.