
El nuevo armado electoral entre La Libertad Avanza y el PRO en la Ciudad de Buenos Aires dejó afuera a una de las principales figuras del macrismo: María Eugenia Vidal. La exgobernadora bonaerense decidió no ser candidata en las elecciones legislativas de octubre, al rechazar los lugares marginales que le ofrecía la boleta conjunta, y lanzó una crítica contundente: “No vale todo por un cargo”.
El acuerdo, sellado entre Karina Milei y operadores del PRO, implica una fuerte cesión de poder por parte del macrismo en su histórico bastión. Por primera vez, el partido amarillo no utilizará ni su color ni su sello en la boleta porteña, que se presentará bajo el nombre y estética de La Libertad Avanza. Además, solo se le reservaron al PRO el quinto y sexto lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales, lugares considerados simbólicos y de escasa competitividad.
Frente a esta oferta, Vidal optó por dar un paso al costado, aunque sin romper con el partido. Continuará como presidenta de la Fundación Pensar, pero confirmó que no será parte de ninguna lista ni acompañará la campaña del nuevo frente. “Sería incoherente que forme parte de esa boleta. No estoy de acuerdo con ir juntos con LLA. No sería ético hacerlo”, afirmó.
La decisión de Vidal profundiza las tensiones internas en el PRO y marca un contraste con el rol ascendente de Patricia Bullrich, quien encabezará la boleta para senadores y se perfila con chances de obtener una banca. Mientras Bullrich se consolida en la nueva alianza, Vidal se planta como la voz disonante, tras haber advertido con anticipación su rechazo a la estrategia avalada por Mauricio Macri.
Con el cierre de listas previsto para el 17 de agosto, el acuerdo entre el macrismo y el oficialismo libertario sigue generando controversia. La fragilidad del pacto, sumada a la pérdida de autonomía del PRO en la Ciudad, despierta dudas sobre los costos políticos de esta fusión electoral. Para algunos referentes del partido, la resignación de lugares estratégicos y el veto libertario sobre los nombres en las listas ya es demasiado.
En el entorno de Vidal insisten en que no se trata de una ruptura sino de un posicionamiento ético y político frente a lo que consideran una “claudicación total” del PRO.