
El ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, denunció a través de su cuenta en la red social X que, desde la asunción del presidente Javier Milei, más de 40 mil bonaerenses perdieron su fuente de trabajo formal, lo que refleja —según indicó— el severo impacto del modelo económico implementado por el Gobierno nacional.
La evolución del empleo sectorial refleja el modelo del Gobierno: una economía reprimarizada.
— Pablo J. López (@PabloJ_LopezOK) July 29, 2025
Pero una producción intensiva en recursos naturales no genera empleo suficiente para absorber la pérdida de los sectores dinámicos del mercado de trabajo, como industria y construcción. pic.twitter.com/dqkqNVCO0t
“El impacto del modelo económico es más severo en nuestra provincia: por su estructura productiva, concentra el 36% de la destrucción de empleo asalariado privado del país”, señaló López. El funcionario sostuvo que la recesión inducida por las políticas de ajuste se manifiesta de forma clara en los números oficiales, que “desmienten el relato nacional sobre la supuesta generación de empleo”.
En ese sentido, detalló que, a los 56 mil despidos en el sector público, se suman 105 mil asalariados formales expulsados del sector privado. Si se incluyen las bajas entre los monotributistas sociales, la cifra asciende a más de 483 mil personas que quedaron sin sustento laboral en el país.
Para López, esta situación responde a la orientación productiva del actual Gobierno: “La evolución del empleo sectorial refleja el modelo del Gobierno: una economía reprimarizada, con fuerte dependencia de actividades extractivas o agroexportadoras. Pero una producción intensiva en recursos naturales no genera empleo suficiente para absorber la pérdida de los sectores dinámicos del mercado de trabajo, como la industria y la construcción”, alertó.
Finalmente, el ministro anticipó que la provincia buscará activar mecanismos para frenar esta tendencia: “En septiembre, en la Provincia sumamos fuerzas para poner un freno a este modelo económico, cuyo saldo es la destrucción de puestos de trabajo privados y públicos, una mayor precarización e informalidad laboral, y un menor poder adquisitivo de salarios y jubilaciones”, concluyó.