jueves 24 de julio de 2025
- Edición Nº2423

Provincia

CEAMSE, el trampolín silencioso en la construcción de poder de “Chiqui” Tapia

La figura de Claudio “Chiqui” Tapia suele asociarse de inmediato a la AFA y al club Barracas Central, pero sus vínculos y la red de poder que consolidó en los últimos años tuvieron un pilar fundamental en un espacio menos visible: CEAMSE, la empresa pública encargada del tratamiento de residuos en el Área Metropolitana de Buenos Aires



Antes de ser presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Tapia ocupó un rol clave como Coordinador General de la Unidad de Inspección de CEAMSE. Fue allí donde tejió relaciones que hoy son parte de su estructura de poder. La diputada Graciela Ocaña denunció en su momento que Tapia utilizó esa posición para incorporar a dirigentes de clubes del ascenso en la empresa estatal, quienes posteriormente ocuparon lugares estratégicos en las distintas categorías del fútbol argentino.

Este mecanismo permitió que Tapia consolidara una base de lealtades desde un organismo público hacia la conducción de la AFA. Figuras como Fabián Lovato (San Telmo), Jorge Milano (Villa Dálmine) y Javier Marín (Acassuso) transitaron ese recorrido: primero con puestos en CEAMSE, luego con cargos de decisión dentro del fútbol. El beneficio no fue solo personal, sino político y sindical, en un entramado que combinó la lógica de los gremios con la de los clubes.

Sin embargo, su paso por CEAMSE no estuvo exento de polémicas judiciales. En 2015, la Justicia abrió una causa por incompatibilidad de funciones, al comprobarse que Tapia cobraba su salario como funcionario del organismo mientras percibía ingresos de IPSA Ambiental S.A., una empresa privada que debía ser auditada precisamente por el área bajo su coordinación. Ese cruce de intereses reveló la fragilidad de los controles en empresas públicas que manejan presupuestos millonarios y poseen fuerte influencia política.

El ascenso de Tapia también se cimentó en su cercanía con Hugo Moyano, líder camionero y su suegro. Este vínculo familiar le permitió moverse con naturalidad tanto en el sindicalismo como en el fútbol, replicando prácticas de acumulación de poder que encuentran en CEAMSE un ejemplo silencioso pero contundente de cómo las instituciones estatales pueden convertirse en plataformas para el crecimiento personal y político.

En paralelo, Tapia construyó su círculo de confianza en la AFA con personas como Pablo Toviggino, dirigente santiagueño con denuncias por compra de votos y usurpación de tierras. La presencia de figuras cuestionadas dentro de su equipo refleja un modo de conducción que prioriza las lealtades y la estructura de poder antes que la transparencia o el perfil técnico.

Hoy, mientras la AFA opera sin demasiada oposición interna y Tapia refuerza su liderazgo nacional e internacional, quedan interrogantes sobre la matriz de construcción que lo llevó hasta allí. CEAMSE, como parte de esa historia, expone cómo un organismo público vinculado a la gestión de residuos fue, en los hechos, un trampolín para tejer alianzas, acumular respaldos y construir un poder que trasciende el deporte.
 

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