
El cierre de listas en la Primera Sección electoral bonaerense –la más poblada del norte provincial– dejó expuesta la capacidad de Axel Kicillof para consolidar su liderazgo en el territorio clave del peronismo. La imposición de Gabriel Katopodis, su ministro de Infraestructura, como cabeza de la lista para el Senado provincial, no solo ordena la interna de Fuerza Patria, sino que marca el final de una era de hegemonía camporista y massista en la zona.
Detrás de la foto de unidad se esconde una guerra de nervios que se definió en el minuto a minuto. El armado de la boleta refleja un tenso reparto de poder entre los tres principales socios: el primer lugar para Katopodis (Kicillofismo puro), el segundo para Malena Galmarini (Frente Renovador) y el tercero para Mario Ishii (intendentes PJ duros del conurbano), mientras que el kirchnerismo retuvo el cuarto con Mónica Macha. Ocho bancas se renuevan en esta sección, que define el pulso político del AMBA.
La incógnita persiste sobre si Katopodis asumirá su banca o permanecerá en el gabinete bonaerense. Desde su entorno aseguran que “hará lo que el gobernador defina”, dejando claro que su candidatura también es estratégica para apuntalar la campaña provincial y despegarla del clima nacional adverso para el peronismo.
Con esta jugada, Kicillof se asegura un operador de peso en la sección más caliente de la provincia, refuerza la centralidad de su gestión en el conurbano y deja un mensaje interno sobre el liderazgo territorial.