
Ubicado sobre la Ruta 6, entre los verdes paisajes que bordean el río Luján, Wyndham Garden Luján se posiciona como un resort de campo distinto. No solo por su infraestructura de alto nivel, sus vistas a las canchas de polo o su spa de lujo, sino por algo mucho más simple y esencial: la calidez del trato humano y una atención verdaderamente personalizada.
“Nos visitan familias, parejas, empresas. Pero lo que todos buscan y encuentran es desconectar. Alejarse del ritmo de la ciudad, cortar con la rutina, y reconectar con el descanso y la naturaleza”, cuenta su gerenta, quien destaca como clave el equilibrio entre la experiencia rural y los estándares de calidad propios de un hotel de esta categoría.
La propuesta se completa con una oferta gastronómica que invita a quedarse: La Perdiz con su cocina gourmet de campo y ASAU Parrilla de Campo, que brilla los fines de semana con cortes premium. Para quienes viajan con chicos, hay una agenda completa de actividades: juegos, talleres, fogones y más, mientras los adultos pueden relajarse en el Oasis Spa o disfrutar de una tarde de piscina.
Además de las estadías de descanso, el hotel recibe eventos sociales y corporativos de todo tipo: casamientos, fiestas de fin de año y encuentros empresariales que combinan trabajo con relax. Y su cercanía a CABA lo convierte en una opción perfecta para escapadas breves sin necesidad de recorrer grandes distancias.
¿El mayor elogio? “Cuando alguien vuelve y nos dice que se sintió como en su casa, ahí sabemos que hicimos las cosas bien”, resume la gerenta. Esa sensación, la de estar lejos del ruido, pero como en casa, es el corazón de la experiencia Wyndham Garden Luján.