
La vicepresidente de la Nación, Victoria Villarruel, se despegó de la derrota oficialista en el Senado y tensó -aún más- la cuerda con el presidente Javier Milei.
Al responder varios mensajes desde su cuenta de Instagram, la número dos del Poder Ejecutivo negó que quiera “romper el equilibrio fiscal”, tal como le achacaban simpatizantes libertarios.
“Si hay equilibrio entonces asistir a los más desprotegidos no debiera ser tan terrible. El tema es que un jubilado no puede esperar y un discapacitado menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo”, bramó la titular del Senado.
Además, aclaró que los insultos “por los jubilados y los discapacitados” le dan “la tranquilidad de estar en apoyo de los argentinos más vulnerables”. E insistió: “Si quieren ahorrar terminemos con los gastos de la SIDE”.
En otro mensaje, recalcó: “Cuando el Presidente decida hablar y comportarse adultamente podré saber cuáles son sus políticas, dado que no habla”.
“Un presidente que no puede ni saludar a la persona con la que llegó al poder. Hacele el reclamo a él que yo la educación no la pierdo nunca”, anexó al recordar el desaire en el Tedeum del 25 de mayo en la Catedral Metropolitana.
También apuntó contra la secretaria general, Karina Milei y la diputada ultraoficialista Lilia Lemoine: “No se por qué no puso a la hermana o a la limones que a ustedes les gustan tanto”.
“¿En serio yo me corrompo viviendo en mi depto y viviendo de mi sueldo o se corrompe más quien viaja por el mundo, mete familiares, vive en un palacio y no sale de ahí para ver como la pasa la sociedad?”, inquirió.
“Voy al supermercado, me compro mis propias cosas y viajo por todo el país. Hace rato que nadie ve a los argentinos”, prosiguió Villarruel y disparó: “Si fuera desleal hago merengue con lo que veo”.
En otra respuesta, la vicepresidente consignó que “si el pueblo argentino se decepciona porque un vice cumple con su función, no es un chupamedias ni un servil y su objetivo es la Patria y no políticos que hoy dicen una cosa y mañana otra, entonces es un problema de los que razonan así”.
“No traiciono pero no convalido mentiras ni decisiones que perjudiquen a los argentinos. El presidente no debe traicionar lo que dijo porque si lo hace los demás debemos marcárselo”, cerró.