martes 08 de julio de 2025
- Edición Nº2407

País

Tensión cambiaria

El dólar oficial anota la mayor suba diaria desde abril y se acerca a los $1300

La cotización mayorista quebró récords y los futuros proyectan un dólar casi 20% más alto que lo estimado por el Gobierno para fin de año. El salto refleja presiones internas y externas, dudas sobre la estrategia oficial y temores de cara al calendario electoral.



La semana comenzó con un nuevo sacudón cambiario: este lunes 7 de julio, el dólar oficial registró la mayor suba diaria desde que el Gobierno implementó las bandas de flotación en abril, encendiendo alarmas en un mercado que observa con preocupación las tensiones de oferta y demanda de divisas.

El tipo de cambio mayorista escaló $28 (+2,3%) y alcanzó los $1.268, quebrando su récord nominal, mientras que en el Banco Nación trepó otros $25 y cerró en $1.285 para la venta. Así, en apenas la primera semana de julio acumuló un alza de $51 (+4,3%), lo que refuerza la tendencia de aceleración en la depreciación del peso.

El salto no se limitó al oficial. El dólar blue también se disparó $40, hasta los $1.270, y los financieros replicaron el movimiento: el MEP trepó a $1.271,34 y el contado con liquidación (CCL) se ubicó en $1.267,30.

En el mercado de futuros, las proyecciones se alejaron aún más de las previsiones oficiales: el contrato para diciembre cotiza a $1.443, muy por encima de los $1.229 incluidos como estimación en el adelanto del Presupuesto 2026.

Las razones detrás del salto
El repunte del dólar se explica por una combinación de factores locales y externos. En el plano internacional, el fortalecimiento global del dólar, impulsado por los nuevos aranceles que promueve Donald Trump en su campaña electoral, ejerce presión sobre las monedas emergentes. Según Eric Paniagua, socio de Dracma Venture Capital Consulting, el “risk off” mundial, reflejado en la caída de las acciones, fortalece al billete verde y deprecia las divisas de la región, incluyendo al peso argentino.

Sin embargo, los factores internos son los que más inquietan al mercado. Por un lado, el banco estadounidense J.P. Morgan recomendó a sus clientes “tomar ganancias” y salir de las apuestas al carry trade, lo que genera un repliegue de capitales que presiona al tipo de cambio.

Por otro lado, el economista Federico Glustein señaló que confluyen variables estacionales y políticas: el pago del aguinaldo y las vacaciones de los sectores medios y altos derivan en mayor dolarización de carteras; la reposición de retenciones reduce la oferta de dólares, pese a la liquidación récord del agro en la última semana de junio y primeros días de julio, que llegó a u$s1.565 millones.

A esto se suma el fallo de la Justicia de EE.UU. que ordenó al Estado argentino entregar el 51% de las acciones de YPF por la expropiación de 2012, lo que suma incertidumbre sobre los activos estratégicos y el futuro de Vaca Muerta.

Las cuatro fuerzas que presionan al mercado
Según un informe de Adcap Grupo Financiero, cuatro factores explican la actual presión sobre el dólar:

Acumulación minorista de divisas: el pago de aguinaldos inyectó $5,7 billones (unos u$s4.700 millones) y una fracción de ese monto se dolarizó, superando la oferta disponible.

Turismo emisivo adelantado: veraneantes y fanáticos del Mundial de Clubes intensificaron la demanda de divisas para viajes al exterior.

Exportadores recomprando dólares: algunos agroexportadores venden al oficial para asegurar beneficios fiscales y luego recompran en el mercado paralelo para cubrir necesidades de la próxima siembra.

Compras “silenciosas” del Tesoro: el Gobierno aprovecha la temporada alta de liquidaciones para reconstruir reservas de manera discreta, como ocurrió con la compra de u$s200 millones en junio.

Lo que viene: incertidumbre y expectativas
Las expectativas para esta semana siguen marcadas por la tensión. Desde Bell Bursátil señalaron que, si bien resta liquidarse una parte importante de la cosecha, el regreso de las retenciones y el fin de la cosecha gruesa reducirán la oferta de divisas, en un contexto donde el mercado no convalida los tipos de cambio que el Gobierno busca para colocar deuda.

Para el economista Gustavo Ber, el escenario actual implica menor oferta y mayor demanda tras la liquidación del agro. “Si continúa siendo un reacomodamiento ordenado, sin traslado directo a precios, podría incluso ser bien recibido al mejorar el tipo de cambio real”, analizó, aunque el riesgo de un pass-through inflacionario siempre está latente.

Mientras tanto, los futuros confirman la percepción del mercado: la devaluación mensual implícita para julio se ubica en 2,6%, en torno a 2,4% mensual hasta diciembre y 2,1% para los tramos más largos. Cifras que proyectan un tipo de cambio muy por encima de los cálculos presupuestarios oficiales.

Con un calendario electoral que asoma con las elecciones bonaerenses en septiembre y las nacionales en octubre, la dolarización de carteras parece un refugio inevitable para inversores y empresas, en un escenario donde el Gobierno busca sostener su programa financiero, el equilibrio fiscal y un esquema cambiario cada vez más exigido por la realidad.

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