
A menos de 48 horas de su conmemoración, el Gobierno nacional anunció que eliminará la jornada no laborable correspondiente al Día del Empleado Público, que se celebra cada 27 de junio. La medida, comunicada oficialmente, pone fin a un beneficio histórico que regía desde 2013 para todos los trabajadores de la administración pública nacional.
“El Estado no es un espacio para otorgar beneficios especiales ni días sabáticos que no tienen justificación”, declaró el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante su habitual conferencia de prensa. Según explicó, la decisión responde a la necesidad de “equiparar condiciones laborales entre el sector público y el privado”, bajo la consigna de eliminar “privilegios” que no están disponibles para la mayoría de los trabajadores del ámbito privado.
Un cambio en nombre de la eficiencia
Desde Casa Rosada argumentaron que la eliminación del asueto se inscribe en un plan de reformas orientado a fortalecer la eficiencia, la responsabilidad y la productividad del empleo público. “Trabajar en el Estado implica brindar un servicio esencial que requiere esfuerzo diario y que impacta en el presente y el futuro de la Argentina. Esa jornada libre se financia con el aporte de cada contribuyente del país”, enfatizó Adorni.
El vocero también subrayó que “la Argentina que ponía al Estado por encima del sector privado es parte del pasado”, marcando un posicionamiento ideológico claro respecto al rol del empleo público.
Un día con historia
El Día del Empleado Público tiene su origen en el año 1978, cuando la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó el Convenio 151 y la Recomendación 159, documentos orientados a fomentar el derecho a la negociación colectiva en el sector estatal. Argentina ratificó dicho convenio recién en 1987 mediante la Ley 24.185.
Fue en 2013, por impulso de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que el Congreso Nacional estableció por ley el 27 de junio como el Día del Trabajador del Estado, instituyendo así una jornada de descanso para todos los empleados de la administración pública nacional.
Impacto inmediato
La decisión del Gobierno generó malestar entre trabajadores estatales que ya habían organizado su agenda en torno al asueto, dado que el anuncio llegó apenas dos días antes de la fecha. La medida también fue interpretada por gremios y sectores sindicales como un nuevo gesto de hostilidad hacia el empleo público.
Si bien la jornada no laborable nunca fue considerada feriado nacional, su suspensión representa una señal concreta en el marco del ajuste que el Ejecutivo impulsa sobre el sector estatal. El efecto inmediato será la eliminación del descanso previsto para este jueves, lo que podría trastocar planes de viajes o actividades familiares pensadas como parte de un fin de semana largo.