Operativo clamor: los intendentes massistas presionan por una candidatura de Massa en la Primera Sección

En medio del armado electoral rumbo a septiembre y octubre, el ex ministro de Economía de la Nación y ex candidato presidencial Sergio Massa volvió a ocupar el centro de la escena política bonaerense. A casi un año de su derrota en el balotaje presidencial, el líder del Frente Renovador (FR) se reunió en Chascomús con 17 intendentes de su espacio para analizar el escenario político-electoral. El encuentro no fue solo una puesta en común de las preocupaciones de gestión, sino también el puntapié formal de un "operativo clamor" que busca reposicionar a Massa como figura clave en el armado opositor y, especialmente, tentarlo a encabezar la lista de senadores por la Primera Sección electoral de la provincia de Buenos Aires.

Aunque, tal y como lo precisó Infomiba,  Massa fue claro en que no tomará una decisión hasta julio —cuando se realice el Congreso del FR—, la presión de sus intendentes es explícita. Javier Osuna (Las Heras) y Juan Andreotti (San Fernando), ambos referentes de peso en la Primera Sección y aliados históricos del tigrense, lo plantearon sin rodeos: quieren que su jefe político se postule como primer senador provincial por esa estratégica región, que abarca buena parte del norte y oeste del conurbano bonaerense, incluida Tigre, la cuna política de Massa.

“Junto a Juan Andreotti le solicitamos a Sergio Massa que encabece la lista a senadores por la primera sección electoral”, declaró Osuna, que además advirtió sobre la urgencia de “construir consensos amplios dentro del Frente para garantizar competitividad electoral”. En esa línea, el intendente planteó que “la unidad es imprescindible para estar competitivos” y confió en que un eventual liderazgo de Massa en las listas pueda consolidar un punto de inflexión: “Ojalá podamos llegar a un entendimiento todas las partes que componemos el Frente”.

La disputa por el armado bonaerense
El operativo que buscan consolidar los intendentes massistas no es casual ni aislado. Se enmarca en un reordenamiento mayor dentro del peronismo bonaerense, donde las tensiones son evidentes. La decisión de Cristina Fernández de Kirchner de volver a presentarse como candidata a diputada por la Tercera Sección electoral agitó las aguas internas y reactivó sus vínculos con el gobernador Axel Kicillof, en una relación que hasta hace poco era de fuerte tirantez.  Así planteado, este movimiento de tropas no solo busca balancear fuerzas, sino también poner en valor al Frente Renovador como estructura política propia dentro de un peronismo que intenta reconstruirse luego de la derrota de 2023. Los intendentes lo saben: necesitan un anclaje político fuerte en la provincia. Por eso empujan para que Massa vuelva al ruedo no solo como figura nacional, sino como legislador bonaerense.
En este contexto, una candidatura de Massa significaría la cuota de equilibrio territorial y político: Cristina en el sur del conurbano, Massa en el norte, es decir, candidatos de gran fuste para hacer frente a una casi consolidada alianza entre LLA y el PRO, envalentonados los primeros y con todo el ímpetu de repetir lo de Capital Federal, Salta y Chaco.

Un regreso planificado
Lejos de una improvisación, el relanzamiento de Massa incluye una gira organizada por las ocho secciones electorales de la provincia, con 16 visitas estratégicas donde buscará medir el termómetro territorial y reposicionarse como figura clave del armado opositor. El exministro de Economía también volvió a poner sobre la mesa una de sus banderas: un plan provincial de seguridad basado en el uso de nuevas tecnologías. Durante el almuerzo en Chascomús, este fue uno de los pocos puntos de contenido programático esbozado en medio de definiciones aún abiertas.

Además de las discusiones electorales, el encuentro sirvió para compartir diagnósticos sobre la gestión. Los intendentes expresaron preocupación por la caída de la coparticipación y el aumento de las demandas sociales, especialmente en áreas sensibles como la atención a personas con discapacidad y jubilados, todo en un contexto de ajuste y reducción del gasto público promovido por el Gobierno nacional.

Julio, el mes clave
Pese a los pedidos explícitos, Massa mantiene la cautela. Desde su entorno niegan que tenga una candidatura definida, y aseguran que estas reuniones forman parte del ejercicio político habitual. Sin embargo, su presencia en el asado de Chascomús, su decisión de recorrer el territorio bonaerense y el contexto político apremiante indican lo contrario: hay un operativo en marcha, hay presión para que juegue, y hay una estructura dispuesta a acompañarlo.

Será en julio cuando Massa tome la decisión definitiva, tras la realización del Congreso del Frente Renovador. Hasta entonces, su silencio electoral es leído más como una estrategia que aporta mesura en dosis justa a la tensión existente en el Frente de Unión x la Patria, ello con miras a ordenar el tablero y relanzar el protagonismo del Frente Renovador en la política bonaerense. Y, acaso también, en la nacional.