
La situación de seguridad en toda la Argentina está alcanzando uno de sus niveles más "fuera de control" de los últimos años, según los expertos. Esto se debe principalmente a un aumento en el número de robos y su violencia, con provincias como Buenos Aires que experimentan hasta un robo cada 30 segundos.
Robo a negocios
Esta ola de violencia se ha extendido al mundo empresarial, con estadísticas recientes que indican que la provincia registra hasta 7.200 robos en establecimientos comerciales prácticamente todos los días. Estos se producen a través de varios modos de operación, principalmente durante las horas de trabajo, y una buena parte de estos se llevan a cabo a través de intrusiones violentas.
No se trata de una situación que pase desapercibida, sino de un fenómeno nacional que, además de impactar en la rentabilidad de las empresas, está obligando a cambios significativos en las rutinas laborales. Algunas de las medidas más comunes incluyen:
Muchas tiendas argentinas están invirtiendo en reforzar sus entradas, lo que hace que sea mucho más difícil entrar por medios violentos. Los cristales y las puertas no solo son capaces de soportar impactos de objetos contundentes e incluso de armas de fuego, sino que también cuentan con sistemas de seguridad adicionales que los hacen prácticamente imposibles de mover.
Si bien esto puede proporcionar una capa adicional de seguridad durante la jornada laboral, su función principal es crear barreras adicionales fuera del horario comercial, lo que permite tiempo suficiente para que las autoridades lleguen a la escena antes de que los delincuentes puedan causar demasiado daño.
Una de las medidas más implementadas en todo el país es el aumento de la inversión en vigilancia, que incluye una mayor contratación de personal de seguridad, así como más empresas que instalan diferentes tipos de cámaras de CCTV para monitorear constantemente sus negocios y las áreas circundantes.
Estos sistemas satisfacen una variedad de necesidades, desde facilitar la detección de actividades sospechosas dentro de la tienda y robos en tiempo real, hasta situaciones inusuales (como el tráfico pesado de motocicletas) en las áreas circundantes. También sirven para reunir pruebas que pueden ser utilizadas por las autoridades para identificar y detener a los delincuentes.
Dependiendo de dónde operen, muchos establecimientos están modificando sus horarios comerciales para evitar momentos del día en los que haya menos personas. Esto significa abrir más tarde y cerrar antes, lo que tiene un impacto directo en la rentabilidad del negocio.
En los casos más extremos, los negocios que no pueden permitirse operar en horario limitado optan por operar a puerta cerrada, vendiendo sus productos a través de rejas o puertas blindadas. Si bien este no es un método infalible, es particularmente efectivo para reducir los robos no violentos.
Cada vez son más las empresas argentinas que implementan alarmas inteligentes y sistemas de detección de robos, lo que agiliza los tiempos de respuesta y ayuda a determinar cuáles son los productos más robados.
Si bien algunos de estos sistemas se pueden interconectar con cámaras de seguridad, otros se instalan directamente en los productos y solo pueden ser retirados en la caja por el personal de la tienda.
Aunque con menos frecuencia, un buen número de empresas también están invirtiendo en la expansión de sus pólizas de seguro. Esto se debe a que, si bien es cierto que las medidas de seguridad pueden reducir el riesgo, es prácticamente imposible reducirlo a cero, sobre todo dada la rápida evolución del modus operandi en Argentina.
Rutinas más seguras
Los cambios en la rutina empresarial deben estar orientados a desarrollar medidas más efectivas contra el delito, por lo que estas medidas no solo deben tomarse de manera reactiva sino también proactiva. Por lo tanto, es recomendable considerar estrategias que complementen a las mencionadas anteriormente, tales como:
La implementación de estas medidas es indudablemente efectiva para reducir el riesgo diario; sin embargo, sin la intervención adecuada de las autoridades, no serán suficientes para mantener a raya a los delincuentes indefinidamente. De cara al futuro, es fundamental que se tomen medidas para reducir la inseguridad en todo el país.