
El tradicional Tedeum del 25 de Mayo se convirtió este año en escenario de un mensaje contundente por parte del arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, quien cuestionó con dureza el clima de agresión, desprecio y violencia verbal que (según expresó) atraviesa a la sociedad argentina. “Hay quienes se burlan de Jesús”, advirtió en su homilía, y agregó que “son los haters de aquella época, los que difaman, desprecian o critican destructivamente a una persona, entidad u obra”.
Sin mencionar explícitamente al Gobierno ni a actores políticos puntuales, García Cuerva habló de un “terrorismo de las redes”, en línea con expresiones similares del papa Francisco. “Hemos pasado todos los límites: la descalificación, el destrato y la difamación parecen moneda corriente”, señaló, en lo que fue interpretado por muchos como una advertencia sobre el nivel de violencia simbólica que atraviesa la vida pública argentina.
García Cuerva planteó además que "muchos hermanos tienen hambre de pan, incluso revolviendo basura y buscando qué comer, pero también tenemos hambre de sentido de vida y hambre de Dios".
"Nos hemos acostumbrado a comer el pan duro de la desinformación, el pan viejo de la indiferencia y la insensibilidad. Estamos empachados de panes sin sabor, fruto de la intolerancia, y el pan agrietado por el odio y la descalificación", agregó.
Y sostuvo que "tenemos hambre de solidaridad, que sea capaz de abrir nuestros encierros y nuestras soledades".
El presidente Javier Milei participó del acto junto a parte de su gabinete. Sentado en primera fila, escuchó el mensaje. La ceremonia se realizó en el marco del aniversario 215 de la Revolución de Mayo, y precedió al acto oficial que tuvo lugar en Córdoba.
No es la primera vez que García Cuerva adopta un tono crítico frente a la situación social. Desde su asunción como arzobispo en 2023, el religioso (de perfil cercano a las periferias y con fuerte inserción territorial en sectores populares) viene marcando una agenda pastoral con referencias directas a la exclusión, la desigualdad y la pérdida del diálogo social.