
El ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, anunció este viernes la eliminación de 13 programas vinculados a políticas de género y diversidad. Lo hizo, una vez más, a través de redes sociales y con un tono que no disimula el desprecio por estas iniciativas, a las que calificó de “ideológicas” y “creadas por el kirchnerismo”. Entre los programas eliminados se encuentra MenstruAR, una política pública que garantizaba insumos de gestión menstrual a través de copas menstruales distribuidas por todo el país.
Eliminamos 13 programas ideológicos creados por el kirchnerismo, que eran financiados por todos los argentinos. Entre ellos se encuentra el insólito "MenstruAR”.
— Mariano Cúneo Libarona (@m_cuneolibarona) May 16, 2025
Los 13 programas que eliminamos son:
1. Menstruar.
2. Promotoras y promotores territoriales de género y diversidad.…
La decisión se formalizó a través de las resoluciones 291/25 y 292/25 del Ministerio de Justicia, que alega un supuesto ahorro de $6.000 millones anuales. Sin embargo, el ministro no presentó datos concretos ni informes que respalden esa cifra, ni evidencias del presunto mal uso de fondos públicos. El argumento oficialista habla de “superposición de funciones” y “falta de indicadores de impacto”, mientras ignora por completo el impacto social que estos programas venían generando, sobre todo en los sectores más vulnerables.
Ajuste sin fin
El Gobierno de Javier Milei ya venía mostrando con claridad su decisión de desmantelar toda política que promoviera la igualdad de género y la inclusión de la comunidad LGBTIQ+. A este nuevo recorte se suman los despidos masivos en áreas clave —como quienes atendían la línea 144 para víctimas de violencia de género— y el desfinanciamiento casi total de programas como Acompañar, que asistía económicamente a mujeres y personas LGBTIQ+ en situación de violencia.
El mensaje de Cúneo Libarona, publicado en su cuenta de X (ex Twitter), se refiere al programa MenstruAR como “insólito”, dejando entrever el desconocimiento o la indiferencia hacia una realidad concreta: millones de personas menstruantes en la Argentina no acceden de forma igualitaria a productos de higiene menstrual, y este tipo de programas eran fundamentales para garantizar condiciones mínimas de dignidad y salud.
¿Ideología o derechos?
Los programas eliminados consistiían en políticas públicas con base en tratados internacionales y leyes nacionales, como la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. La eliminación de programas como GenerAR, Producir, Igualar y los dispositivos de protección integral territorial representa una profundización del abandono estatal frente a la violencia estructural que sufren mujeres y disidencias.
También se dio de baja el programa de formación “Macachas y Remedios”, una iniciativa que promovía la capacitación comunitaria en igualdad y derechos, en un país donde la violencia de género se cobra una vida cada 35 horas, según datos de organizaciones de la sociedad civil.
El detalle de los programas eliminados
Reacciones
Mientras desde el oficialismo festejan la eliminación de estos programas como un gesto de “austeridad”, referentes de derechos humanos, organizaciones feministas, colectivos LGBTIQ+ y amplios sectores de la sociedad civil expresaron su repudio. Denuncian que esta medida es parte de una avanzada regresiva que desarma el andamiaje institucional construido durante años para garantizar derechos que, lejos de ser “ideológicos”, salvan vidas.
“Este no es un ahorro, es una sentencia”, expresó una activista feminista en redes. “Desmantelar el Estado en nombre de la libertad es dejar desprotegidas a las personas más vulnerables”.
Lejos de enfocarse en la eficiencia del gasto, lo que deja en evidencia esta decisión es una matriz ideológica profundamente negacionista de las desigualdades estructurales que atraviesan a nuestra sociedad. Eliminar programas que apuntaban a la prevención de la violencia, la autonomía económica de mujeres y disidencias, y la formación en igualdad, no es un gesto de gestión técnica: es un posicionamiento político. Uno que tiene consecuencias concretas en las vidas de miles de personas.