
Las principales entidades rurales de la provincia de Buenos Aires reclamaron al Gobierno nacional la “reactivación inmediata” de las obras en el Río Salado, un proyecto considerado fundamental para mitigar el impacto de las inundaciones en vastas zonas productivas de la provincia. La advertencia llegó a través del Consejo Honorario Asesor del Río Salado, que reúne a organizaciones del sector agropecuario como CONINAGRO, la Sociedad Rural Argentina, la Federación Agraria Argentina y CARBAP, entre otras.
En un comunicado conjunto, el Consejo expresó su profunda preocupación por la paralización del tramo IV.2 del Plan Maestro Integral del Río Salado, que se extiende desde el partido de 25 de Mayo hasta Lobos. Esta etapa, clave en el diseño del plan, quedó suspendida desde mediados de marzo bajo la figura administrativa de “neutralización por 60 días”, lo que en los hechos significó el freno total a las obras.
“La inacción pone en riesgo a decenas de municipios y afecta el desarrollo de obras largamente esperadas por las comunidades del interior bonaerense”, señalaron las entidades, que también integran la Unión Industrial Argentina (UIA). Según remarcaron, este tramo había sido calificado como prioritario por la Subsecretaría de Recursos Hídricos apenas unos meses atrás, lo que subraya la gravedad de su detención.
Desde el sector agropecuario insistieron en que se trata de una obra de carácter federal, dado que la Cuenca del Río Salado —que abarca 170.000 km²— se alimenta del escurrimiento de aguas provenientes de otras provincias. “El Estado nacional no puede desentenderse de esta infraestructura. La reactivación tendrá incluso un impacto positivo en las cuentas fiscales”, argumentaron.
Las entidades recordaron además que existe el Fideicomiso de Infraestructura Hídrica, una herramienta financiera con fondos asignados legalmente a obras como la del Salado. “El financiamiento está contemplado en la legislación vigente, por lo que no hay excusas para seguir demorando una obra que lleva más de dos décadas de ejecución y aún no se completa”, denunciaron.
El Plan Maestro del Río Salado fue concebido como una solución estructural para evitar las inundaciones que de forma cíclica golpean a los pueblos y ciudades del centro y norte bonaerense. Con la paralización de las obras, crece la incertidumbre en un contexto de vulnerabilidad climática y de demandas sociales insatisfechas.
Las entidades rurales finalizaron su reclamo exhortando al gobierno de Javier Milei a retomar las tareas de manera inmediata y avanzar en conjunto con la provincia de Buenos Aires en la ejecución integral del proyecto.