
El ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, volvió a encender las alarmas sobre la crítica situación fiscal que atraviesa el distrito más poblado del país. A través de su cuenta en X, López afirmó que en el primer trimestre de 2025 la provincia perdió alrededor de $500.000 millones como consecuencia del “mecanismo de distribución desigual de los recursos nacionales”.
La PBA es la más perjudicada en la distribución de recursos nacionales.
— Pablo J. López (@PabloJ_LopezOK) April 18, 2025
En el 1° trimestre de 2025, fue la última de la tabla: recibió únicamente $165.000 por habitante, menos del 40% del promedio provincial.
Incluso menos que CABA, un distrito rico y de alta recaudación propia pic.twitter.com/kpwsd9N3X6
“Mientras que la PBA es la mayor aportante neta y financia a la Nación, es la que menos recursos recibe en la reasignación posterior”, escribió el funcionario. Y añadió que Buenos Aires recibió apenas $165.000 por habitante en el trimestre, lo que representa menos del 40% del promedio nacional, e incluso por debajo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), un distrito con elevada capacidad de recaudación propia.
La evidencia detrás de las declaraciones
El análisis de las declaraciones de López encuentra sustento en los datos difundidos por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en su último informe fiscal, correspondiente a marzo de 2025. Según el estudio, si bien las transferencias corrientes a provincias aumentaron un 192% en términos interanuales respecto a marzo de 2024, se mantienen un 29% por debajo de las realizadas en marzo de 2023
El CEPA también destaca que este incremento no se distribuyó de manera equitativa: “el crecimiento obedece principalmente a las transferencias destinadas a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el marco del cumplimiento de la cautelar de la Corte Suprema”. Esta medida habría contribuido a profundizar la brecha con el resto de las provincias, entre ellas, Buenos Aires.
Ajuste encubierto y caída del gasto real
López también mencionó la eliminación de transferencias obligatorias como uno de los principales factores del deterioro fiscal bonaerense. El informe del CEPA respalda esta afirmación: entre los gastos del Estado nacional que más se recortaron se encuentran justamente aquellos que impactan sobre las provincias. Las transferencias a Universidades, por ejemplo, cayeron un 89% en comparación con el año pasado, producto de una maniobra contable del gobierno nacional que postergó los giros para los primeros días de abril
Asimismo, el informe señala que los gastos de capital —que incluyen obra pública, un área crucial para las provincias— están un 81% por debajo del nivel de marzo de 2023. “De cada $100 que se destinaban a obra pública en el primer trimestre de 2023, hoy se gastan apenas $19”, subraya el informe
Superávit con recortes: ¿a costa de quién?
Mientras las provincias reclaman por una distribución más equitativa, el gobierno nacional celebra haber alcanzado un superávit fiscal. En marzo, el Sector Público Nacional registró un superávit de $745.339 millones, pero según el CEPA, esto fue posible gracias al ajuste extremo aplicado en 2024 y a maniobras como la postergación de pagos clave. Incluso advierte que si se hubieran computado los intereses de deuda capitalizados o se hubieran realizado los pagos a las universidades, el superávit sería mucho menor o incluso inexistente
La denuncia de Pablo López no es nueva, pero en el contexto actual de ajuste y centralización de recursos en Nación, cobra una gravedad particular. En palabras del propio ministro: “La Provincia sigue siendo la más afectada por la distribución desigual de los recursos nacionales (…) seguimos apostando por la inversión pública y un Estado protector”.