
El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) registró un aumento del 3,2% en marzo, según informó la Dirección General de Estadística y Censos porteña. Este dato refleja una aceleración respecto al 2,6% de febrero y eleva la inflación acumulada en el primer trimestre de 2025 al 8,6%. A nivel interanual, la variación alcanzó el 63,5%, lo que marca una desaceleración de casi 16 puntos porcentuales frente al registro de febrero.
Los principales rubros que impulsaron la suba fueron alimentos, educación y vivienda, que explicaron más del 77% del incremento mensual del índice general. En un contexto de persistente presión inflacionaria, el informe destaca la incidencia creciente de factores estacionales y regulados, que condicionan la evolución de los precios y afectan con mayor fuerza a los sectores populares.
Rubros con mayor impacto: colegios, verduras y alquileres
El mayor aumento se registró en el rubro educación, que trepó un 14,3% debido al ajuste en las cuotas de los establecimientos de enseñanza formal. Esta suba tuvo una incidencia de 0,66 puntos porcentuales en el nivel general, siendo la mayor del mes.
En el caso de alimentos y bebidas no alcohólicas, el alza fue del 4,7%. Dentro de esta categoría, las verduras, tubérculos y legumbres encabezaron los aumentos con una variación mensual de 25,8%, impulsada en parte por las condiciones climáticas. También subieron las carnes y derivados (+5,7%) y los productos lácteos y huevos (+1,9%), que en conjunto aportaron 0,83 puntos al IPCBA.
El rubro de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles tuvo un incremento del 2,7%, explicado por la actualización de alquileres, expensas y servicios de mantenimiento. Este ítem tuvo una incidencia de 0,53 puntos porcentuales.
Bienes vs. servicios: una brecha creciente
La inflación de marzo mostró una dinámica desigual entre bienes y servicios. Mientras los bienes aumentaron un 3,0% mensual (6,4% en el trimestre), los servicios lo hicieron en un 3,3% (10% en el trimestre), con una suba interanual del 83,9% frente al 38,6% de los bienes. Esta diferencia da cuenta del mayor peso de los rubros regulados o con fuerte incidencia estacional, como educación, salud y gastronomía.
Núcleo y regulados: el peso de las tarifas
El informe también distingue la inflación núcleo (que excluye precios estacionales y regulados), que se desaceleró al 2,7% mensual y 60,4% interanual. En contraste, los precios regulados subieron un 4,7%, impulsados por las cuotas escolares, las tarifas de servicios y los aumentos en la medicina prepaga. Los precios estacionales, como frutas, verduras y ropa, también mostraron una suba del 3,2%.
Precios que marcan el bolsillo
Algunos de los productos básicos con mayores aumentos fueron:
Lechuga criolla (1 kg): $6.634,86
Tomate perita (1 kg): $2.698,41
Asado (1 kg): $11.075,42
Carne picada (1 kg): $8.334,17
Huevos (docena): $3.627,70
Pan francés (1 kg): $3.133,60
Los valores muestran que la presión sobre el consumo cotidiano sigue siendo significativa, especialmente en rubros alimentarios.
Aunque los datos muestran una desaceleración respecto a los picos inflacionarios de 2023 y comienzos de 2024, el nivel general de precios continúa elevado. Los analistas advierten que el comportamiento de la inflación en los próximos meses dependerá de la evolución de los precios regulados, las tarifas de servicios públicos y la dinámica del tipo de cambio.