En 2012, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó oficialmente este día para resaltar la importancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos.
El origen de la celebración: un pequeño reino con una gran lección
La historia de este día nos lleva hasta un rincón del Himalaya, el Reino de Bután, un país con montañas majestuosas y monasterios colgantes que parece sacado de un cuento. A diferencia de otras naciones que basan su progreso en indicadores económicos, Bután decidió hace más de 40 años que la riqueza de su pueblo no debía medirse solo en dinero, sino en felicidad. Así nació el concepto de Felicidad Nacional Bruta (FNB), una métrica que equilibra el bienestar emocional, la preservación del medio ambiente, la educación y la salud de la población.
El entonces rey butanés, con solo 16 años, implementó esta filosofía con la convicción de que el crecimiento económico sin felicidad no era un verdadero avance. Su innovadora visión captó la atención del mundo, y hoy, la FNB es reconocida como un complemento al Producto Interno Bruto (PIB) en la medición del desarrollo humano.
¿Cómo podemos ser más felices?
La felicidad no es una meta lejana ni un premio reservado para ciertos momentos de la vida. Se construye cada día con pequeños gestos y hábitos que pueden hacer la diferencia. Aquí algunas claves respaldadas por la ciencia:
Practicar la gratitud: Tomarse unos minutos para reconocer lo bueno en nuestra vida puede mejorar nuestro estado de ánimo.
Disfrutar el presente: Preocuparse menos por el futuro y enfocarse en el aquí y ahora ayuda a reducir el estrés.
Conectar con otros: Compartir momentos con amigos, familia o incluso con desconocidos crea lazos de bienestar y apoyo mutuo.
Mover el cuerpo: El ejercicio libera endorfinas, las "hormonas de la felicidad", que nos hacen sentir mejor.
Realizar actos de bondad: Un pequeño gesto, como ayudar a alguien o regalar una sonrisa, tiene un efecto positivo en ambos lados.
Buscar experiencias antes que cosas: Viajar, aprender algo nuevo o disfrutar una actividad especial deja recuerdos más felices que la compra de bienes materiales.
El contagio de la felicidad
A lo largo del mundo, la celebración de este día se manifiesta de formas creativas. Desde festivales con música y arte en plazas, hasta campañas de "abrazos gratis" en las calles, todo apunta a recordarnos que la felicidad es un derecho que merece ser cultivado y compartido.
Este 20 de marzo, es una buena oportunidad para detenernos un momento y preguntarnos: ¿qué nos hace felices? Quizás la respuesta no esté en grandes logros, sino en los pequeños detalles de la vida cotidiana.