
Según las estadísticas brindadas por el propio Colegio de Farmacéuticos, la envergadura y la capacidad de presión de la megaempresa de Quintana genera una competencia desleal, que sumado a la falta de controles determinan que en el sector por cada una de estas sucursales de la cadena que se instala en el territorio, cierran diez farmacias barriales.
“Tigre será otro de los distritos que le presentará batalla a Farmacity, y los concejales tiene la gran responsabilidad de ser quienes decidan si permiten que el poder venza, o si por el contrario triunfa la justicia y las oportunidades de trabajo para todos” indicaron desde el bloque kirchnerista.
Por la ley provincial 10.606, están vedadas a sociedades anónimas la colocación de farmacias. Por este motivo, Farmacity que es una SA no puede instalar locales pero luego de una batalla judicial trunca en los últimos meses consiguió avances en causa lo que generó inquietud en los farmacéuticos bonaerenses, ya que estiman que por cada una de estas sucursales de la cadena que se instale cerrarán diez farmacias barriales.