El paro, decidido por el consejo directivo cegetista el 12 de junio pasado, recibió la adhesión de las facciones de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y de movimientos sociales.
Se adhirieron sindicatos claves como los estatales UPCN y ATE, además de los de todos los medios de transporte, lo que afectará tanto a la administración pública como al sector privado. Tampoco trabajarán empleados de comercios.
El paro general trae, además, una serie de cortes e interrupciones del tránsito en los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires y en diferentes puntos del país.
Dentro del área metropolitana habrá cortes en el Puente Pueyrredón de Avellaneda, Acceso Oeste a la altura del Hospital Posadas, Avenida General Paz y Constituyentes, Panamericana y ruta 197 y subida a la autopista Buenos Aires-La Plata.
Además, los alrededores del Obelisco estarán intransitables ya que allí estará el escenario central de la huelga, desde donde, al mediodía, habrá un acto.
Carlos Acuña de la CGT dijo en declaraciones a una radio local que el Gobierno de Macri "está bloqueando todas las posibilidades hasta de comer", e incluso afirmó que "la gente estaba más aliviada" durante el mandato de la expresidenta Cristina Fernández, actual senadora del Frente para la Victoria.
"Un paro no soluciona nada, ni va a arreglar el país, es un desahogo de la gente y una expresión para que el Gobierno entienda que las cosas no están bien", agregó Acuña.