Proponen regular el uso de pantallas en escuelas bonaerenses para proteger a los niños

El Senado de la Provincia de Buenos Aires analiza un proyecto de ley presentado por el senador Emanuel González Santalla que tiene como objetivo promover el uso responsable de pantallas entre niños y niñas de hasta 12 años. La iniciativa busca concientizar sobre los riesgos asociados a la exposición excesiva a dispositivos electrónicos y regular su utilización en escuelas primarias públicas y privadas.

La propuesta incluye:

• Campañas de difusión en medios digitales y audiovisuales para informar sobre los riesgos.
• Cartelería en centros de salud, escuelas y otros espacios públicos.

El proyecto también insta al Poder Ejecutivo a designar una autoridad de aplicación y convoca a los municipios a sumarse a las campañas de concientización.

En diálogo con Infomiba, el senador González Santalla explicó que la iniciativa se elaboró en consulta con docentes, pediatras, neurólogos infantiles, y padres y madres. “Trabajamos este proyecto con una base muy amplia de especialistas y familias. El apoyo que recibimos de la comunidad educativa y los profesionales de la salud fue enorme”, destacó el legislador.

Asimismo, señaló su preocupación por el manejo del tema en el ámbito educativo: “Nos preocupa haber escuchado al Ministro de Educación provincial diciendo que es un tema que debían resolver cada docente en el aula. Esa postura refleja el desconocimiento sobre la gravedad de esta problemática”.

El legislador destacó que informes de la Unesco y PISA han demostrado que el uso desmedido de pantallas afecta el aprendizaje, la salud mental y el desarrollo cognitivo de los niños. Entre los efectos señalados se encuentran: miopía, retrasos en el habla, problemas de motricidad, bullying y trastornos de conducta. “Nosotros no tenemos una mirada anti desarrollo tecnológico, todo lo contrario, somos parte de un espacio político que con Cristina de Presidenta repartió millones de netbooks a estudiantes secundarios para achicar la brecha tecnológica en la Argentina, fue el gobierno de Mauricio Macri, quienes supuestamente iban a insertar a la argentina al mundo de la innovación tecnológica quienes lo primero que hicieron fue sacarle la computadora a los pibes. Sin embargo, somos conscientes que hoy el mal uso de la tecnología está haciendo estragos en la salud física y mental de todos nosotros y en particular de los más chicos”, subrayó.

Un marco regulatorio urgente

González Santalla enfatizó la necesidad de que el Estado tome un rol activo en esta problemática. “Hoy las empresas tecnológicas compiten por la atención de nuestros hijos utilizando estrategias que los mantienen atrapados frente a las pantallas. Si como padres supiéramos los riesgos, alejaríamos a los chicos de este abuso”, reflexionó.

El senador advirtió también que: “Hoy las empresas de tecnología compiten entre sí por la atención y el tiempo de las personas, desarrollan a través de técnicas de neuromarketing distintas estrategias para mantener a nuestros hijos atrapados frente a las pantallas. Especialistas de la salud están alertando sobre las consecuencias que ya se observan en miles de niños y niñas como miopía, retraso en el habla, problemas auditivos, problemas de motricidad, trastornos en la conducta, obesidad, sedentarismo, desnutrición, depresión, ludopatia, bullying, grooming, entre muchas otras consecuencias. 
Si como padres fuéramos conscientes de todos estos peligros alejaríamos inmediatamente a los chicos de las pantallas y seguiríamos de forma estricta los consejos de los especialistas, es urgente informar, hablar del tema y ponerlo en la agenda pública cuanto antes". 

González Santalla concluyó: “La solución no es frenar el desarrollo tecnológico, lo cual además es imposible, la respuesta debe ser construir más comunidad para cuidar a los chicos, debe ser tomar conciencia y prepararnos para los desafíos que nos proponen las nuevas tecnologías que llegaron para quedarse, y que bien utilizadas pueden acercar oportunidades para la salud, la seguridad, la educación también, por supuesto, pero lo que no podemos permitirnos es dejar a nuestros hijos de rehenes de las empresas de tecnología, hay que entender que para ellos nosotros no somos sus clientes, nosotros y nuestros hijos somos el producto que ellos venden.”.