
Tras una presunta solicitud del gobierno nacional a la Sociedad Rural Argentina (SRA), un director del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Miguel García Solá, renunció a su cargo luego de denunciar “acciones persecutorias” hacia becarios e investigadores por parte de la administración de Javier Milei.
De esta manera, en su carta de renuncia, García Solá resaltó que su salida del CONICET no responde a “motivos personales”, sino que se trata de “actos de persecución” por ideas políticas, científicas o religiosas y de un pedido expreso del presidente de la SRA, Nicolás Pino, quien lo había convocado para formar parte del Directorio.
“Elevo a usted la renuncia al cargo de Director de CONICET, en representación del sector agropecuario con que me honrara la SRA en junio de 2022 y con mandato hasta igual mes de 2026, tal como usted me lo solicitara en la reunión que tuvimos el día 5 de noviembre del corriente en su despacho”, remarcó el exministro de Educación durante la presidencia de Carlos Menem, en la misiva dirigida a Pino.
Además, detalló que “a lo largo de los casi 30 meses que ocupé la silla de nuestro sector, me subordiné estrictamente al mandato que dice: Los miembros del Directorio actuarán con independencia de criterio y no en representación de sus proponentes”, al tiempo que apuntó directamente a Pino: “Eso es lo que se hace en ese Directorio, Querido Presidente: Política científica y tecnológica”, dijo.
Por su parte, desde la Casa Rosada, argumentaron que la salida del exdirector apunta a preservar la neutralidad del organismo y evitar conflictos ideológicos en la conducción del CONICET. Mientras que a nivel institucional, hubo miembros que expresaron críticas hacia García Solá, argumentando que su perfil y su relación con la SRA eran incompatibles con la naturaleza científica de la entidad.