La diputada provincial de la UCR, Alejandra Lordén, analizó al gobierno nacional, y dijo: “Está claro que pasado un tiempo, todo el clamor popular del comienzo empieza a desaparecer. El Gobierno de Milei sigue teniendo crédito popular porque pudo bajar la inflación, pero el nivel de recesión económica es muy grande y eso empieza a pesar en la imagen del gobierno”.
En ese sentido, puntualizó sobre el nuevo ajuste exigido a las provincias: “Todas las provincias tuvieron que morigerar sus gastos y acompañaron el pedido del Presidente, me parece que seguir exigiendo es ahorcar a los gobernadores”, opinó y agregó: “El látigo y la billetera no pueden seguir siendo una forma de administrar; tiene que haber un pacto fiscal real, lograble, sin descuidar el acceso a la educación, la salud, la seguridad y otros servicios que presta el Estado que, en muchos lugares, sigue siendo de calidad”.
“Hay que humanizar las decisiones que se toman, los jubilados no pueden ser variable de ajuste, la educación tampoco y los trabajadores de la administración pública provincial no pueden seguir ajustados por Kicillof. A veces parecen dos caras de una misma moneda que se necesitan para sobrevivir”, aseveró.
Consultada por la gestión de la PBA tras el ajuste nacional, manifestó que “va a los tumbos” y señaló que la calidad de la salud, está en “terapia intensiva”, pero viene así desde hace tiempo, “¿o el IOMA funcionaba bien antes?”, interpeló.
“La que está sobreviviendo es la sociedad, hay sectores de la economía muy castigados y los bonaerenses hacen malabares para llevar adelante el día a día. Yo veo que el gobierno de Kicillof está buscando plantear una guerra contra el gobierno nacional y viceversa por una cuestión electoral, y en el medio hay millones de habitantes en esta provincia que no les importa lo electoral, les importa el hoy y a lo sumo el mañana”, reflexionó la legisladora.
Por otro lado, Lordén se refirió a la judicialización de la elección partidaria: “El futuro del radicalismo va a ser duro, primero por esta posición equidistante entre extremos. Construir una alternativa es un trabajo que hay que hacerlo con el radicalismo unido, y estos hechos post interna no colaboran en ese rumbo”.
“A veces quien pierde busca llegar a un resultado a como dé lugar, aunque los resultados en las urnas digan lo contrario. No podemos normalizar las situaciones que ocurrieron en estas últimas horas”, expresó y ratificó: “el radicalismo fue claro, la Lista 23 ganó en más de 90 distritos de 135. Miguel Fernández es el presidente electo y, como vengo diciendo hace tiempo, es la persona indicada para los objetivos que se tienen trazados”. En esa línea, instó “a ponerse el overol y salir a caminar, se tiene que terminar la política de la ventajita y el apriete”.
Por último, habló de las expectativas hacia el 2025: “Hay que ir construyendo una alternativa a los dos extremos que sea creíble, con una línea programática consistente que le dé a los bonaerenses un rumbo. Ante la violencia, calma; ante los insultos, mesura; ante la chicana, trabajo; ante la grieta, diálogo. Siempre pensé a la política así, no sos más duro por no hablar con el resto, sino nos pondríamos anteojeras y saldríamos por la vida”.
“A la política actual tan desprestigiada, hay que aportarle racionalidad y sobre todo bajar un cambio para que la sociedad imite esas acciones y no se sume a prometedores de turno que lo hacen a los gritos y por lo bajo fracasan”, concluyó.