Fuerte respaldo del peronismo bonaerense a Cristina Kirchner 

El peronismo bonaerense se solidarizó con la exvicepresidenta, Cristina Kirchner, en el marco de su declaración de esta mañana en el juicio sobre el intento de magnicidio que sufrió el pasado 1° de septiembre de 2022, y que tiene como acusados a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, tres integrantes de la “Banda de los copitos”.

“Nuestro pueblo y nuestra democracia merecen que el intento de magnicidio a Cristina Kirchner sea investigado a fondo y que los autores intelectuales y quienes lo financiaron sean juzgados. Queremos saber quién la mandó a matar porque solo con la verdad vamos a poder fortalecer nuestra democracia y construir nuestro futuro”, expresó el gobernador bonaerense, Axel Kicillof a través de sus redes sociales.

También alzó la voz la vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, quien señaló que el intento de magnicidio a CFK es un “hecho tan terrible que tiene que ser investigado a fondo, para que los autores intelectuales y materiales sean juzgados”. Al tiempo que enfatizó: “Saber quién mandó a matar a Cristina Kirchner es fundamental para el pueblo argentino, porque solo con la verdad se puede fortalecer nuestra democracia y construir nuestro futuro”.

Además, la jefa de Asesores del Ejecutivo bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, sostuvo: “Exigimos que se investigue a los responsables intelectuales y económicos para saber quién mandó a matar a Cristina Kirchner. Queremos justicia. No al pacto de impunidad”. La funcionaria viajó hasta los tribunales de Comodoro Py y las inmediaciones del Instituto Patria, donde la ex vicepresidenta recibió a los dirigentes del peronismo que la respaldaron durante su discurso.

Desde el Frente Renovador (FR) bonaerense, Malena Galmarini,  esposa del fundador del espacio, se solidarizó con la exvicepresidenta frente a la “violencia política y el intento de magnicidio” que sufrió el pasado 1° de septiembre de 2022 en la puerta de su departamento, en el barrio porteño de Recoleta. Al tiempo que detalló: “Entiendo perfectamente las consecuencias políticas, personales y familiares que conlleva.  Lo viví con mis hijos en 2013, cuando un servicio de inteligencia fue enviado a mi casa con un arma calibre 22 con un silenciador artesanal que utilizó dentro de mi casa, en tiempos de campaña electoral”.