
Desde la municipalidad de Tandil anunciaron que, a partir de esta temporada, el turismo afrontará una serie de desafíos en relación a la interacción con los distintos actores del sector privado y la comunidad, con los que buscará impulsar programas innovadores y fortalecer las experiencias de los visitantes.
En ese sentido, el nuevo director de Turismo local, Mariano Berenstein, comenzó a delinear un plan de trabajo a partir de una primera ronda de encuentros e interacción tanto con las distintas instituciones de la ciudad que conforman el Instituto Mixto de Turismo como con el personal del área, de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales y otras dependencias del municipio.
Según informaron, se trata de políticas y acciones con las que se buscará seguir fortaleciendo el destino, con más y mejores experiencias coordinadas con los distintos actores de la actividad, la suma de propuestas innovadoras y la consolidación de todo lo que desarrolló el turismo local en los últimos años.
Entre las distintas líneas de trabajo que se comenzaron a plantear en el seno del Instituto Mixto de Turismo, se avanzará con distintas prioridades, como el impulso a la regularización del alojamiento informal, prácticas medioambientales, mejorar la experiencia de los visitantes y seguir apostando a un destino de calidad.
La búsqueda de posicionar a Tandil con su turismo rural, la búsqueda del uso de tecnología, el desarrollo de senderos de aventura y urbanos delineados junto a los guías locales y la jerarquización de los accesos a la ciudad para los visitantes serán algunas de estas líneas.
“Vamos a hacer esfuerzos conjuntos en muchos aspectos, y uno que es clave, junto con las prácticas de cuidado del medio ambiente y el combate del alojamiento ilegal para que se pueda sumar a la oferta oficial, es la búsqueda de poder trabajar contra la estacionalidad de la ciudad”, destacó Berenstein.
Además, desde la promoción y el estudio de políticas comerciales se apuntará a poder generar movimiento turístico en los más de 200 días al año que actualmente son considerados de “baja”. Para esto, se apuntará a captar a grupos de viajantes en números más pequeños, reuniones empresarias o jornadas de trabajo, por ejemplo.