
Una de las promesas de campaña del presidente Mauricio Macri para con los productores de frutas fue recuperar las economías regionales. Sin embargo, los tarifazos en la luz, el gas, agua, los peajes y combustibles fue un gran golpe para las economías provinciales.
A esas medidas económicas desfavorables, se le sumó en muchos casos la apertura de las importaciones que terminaron arremetiendo contra la baja rentabilidad, que ya tenían los pequeños y medianos productores frutihortícolas.
Según el INDEC, aumentó la compra de frutillas y manzanas provenientes desde el extranjero, respecto a igual periodo que el año pasado.
En la categoría manzanas frescas, durante el 2016 se importó por un valor de u$s de 3250118, mientras que este año se hizo por u$s 3738815. En el caso de las frutillas, la importación aumentó considerablemente. El año pasado, el monto de la importación ascendió a u$s 3181, mientras que durante el 2017 la cifra alcanzó los u$s 29873.
Sin embargo, de acuerdo a datos del INDEC, disminuyó la llegada de kiwis, naranjas, bananas y peras desde el extranjero.