
El gobierno de Axel Kicillof anunció que las y los bonaerenses que ingresen al país deberán mantener un aislamiento obligatorio y que habrá multas en caso de no cumplirlo.
De esta forma, el Jefe de Gabinete Carlos Bianco confirmó que los bonaerenses que regresen al país desde el exterior deberán hacer un aislamiento obligatorio durante cuatro días en un hotel, con costo a cargo de la persona, y, luego, completar luego el período de siete días en su domicilio.
"Estamos trabajando con equipos legales y técnicos en una normativa que implica que los bonaerenses que ingresen del exterior debe aislarse 4 días en hoteles que vamos a poner disposición y después completar el aislamiento total de 7 días en su domicilio",expresó Bianco durante una conferencia de prensa junto a Kicillof.
Asimismo, detalló que se trata de una variante doblemente contagiosa que está causando estragos en países que ya tienen un alto porcentaje de la población vacunada.
Bianco anticipó que para aquellos que no respeten las nuevas normativas, "se pueden establecer multas de hasta cuatro millones de pesos". "A todos nos gusta viajar por Argentina y el mundo", admitió el funcionario pero recalcó que "estamos en una pandemia, en peligro de muerte permanente".
Por otro lado, el viceministro de salud Nicolás Kreplak especificó que el 33% de los bonaerenses que regresaron al país del exterior en las últimas semanas "no cumplieron con el aislamiento obligatorio" exigido. El funcionario calificó esto como "gravísimo" y apeló a la "conciencia social" ante la preocupación por el posible ingreso de nuevas variantes de coronavirus.
"Comenzamos en las últimas semanas a hacer el seguimiento en el territorio de los bonaerenses que ingresaron del exterior y fuimos a buscar esas personas a su domicilio. De 314 casos, 104 estaban ausentes, lo que representa el 33 por ciento",añadió.
Cabe recordar que hace unos días, el gobierno nacional dispuso el ingreso de hasta 600 argentinos por día que vinieran del exterior ya que la nueva variante presenta características "preocupantes" que "puede arruinar el ritmo de la vacunación".