El senador nacional Maximiliano Abad reunió a más de 200 referentes de la UCR bonaerense en el tradicional restaurante Lalín para analizar la situación del partido y trazar una hoja de ruta hacia los próximos años. Se destacó la presencia de Gustavo Posse, Daniel Salvador y dirigentes de toda el área metropolitana.
Abad planteó que la UCR atraviesa un momento de debilidad por “la falta de visión de futuro” en las estrategias recientes. Recordó que el partido tuvo etapas de solidez y trabajo en equipo, pero advirtió que ahora es necesario “poner el cuerpo, el alma y la cabeza en la reconstrucción del partido”.
También se refirió al escenario interno tras la elección partidaria frustrada y el posterior esquema de cogobierno, que dejó a la UCR bonaerense en una transición compleja. Y remarcó que “no hay radicalismo nacional si no hay radicalismo fuerte en la provincia de Buenos Aires”.
En esa línea, Abad marcó un rumbo más autónomo respecto de otras fuerzas políticas. “No quiero un radicalismo a la deriva esperando que alguien le tire un salvavidas. Quiero un radicalismo que construya su propio barco, que ordene su tripulación y tenga autonomía”, expresó.
Por su parte, Posse destacó el legado de Raúl Alfonsín y sostuvo que la UCR debe volver a ser “un espacio que supere la polarización”.
Y Salvador planteó que los resultados electorales deben asumirse como “un punto de inflexión” y llamó a reimpulsar la estructura partidaria.
Por último, Abad mostró confianza en el futuro del radicalismo bonaerense. Dijo estar convencido de que el 2026 será el año de la reconstrucción y que en 2027 la UCR podrá “construir una alternativa de gobierno” con dirigentes y militantes capaces de recuperar un rol central en la política provincial.