Si bien en 2014 la Legislatura aprobó un pedido de expropiación para convertir el lugar en un Centro de la memoria y lucha contra la trata de personas el proyecto nunca avanzó. Asimismo, no se obtuvo la partida presupuestaria para efectivizar el acto expropiatorio.
En los fundamentos, Martínez indica que “la Casita Azul se encuentra desde hace varios años en estado de abandono, en pésimas condiciones, y ha sido objeto de usurpación y toma en reiteradas oportunidades”.
Incluso, recientemente “la vivienda fue ofrecida a la venta por una inmobiliaria local, situación que no sólo agrega mayor confusión sino que pone en vilo la aplicación de la Ley sancionada por la Legislatura”.